Al poco de comenzar este blog escribí sobre la relación, evidente a mi manera de entender, entre la presente legalización del matrimonio homosexual y una futura legalización de la poligamia (aquí y aquí). Pues bien, esta noticia que acabo de leer por un lado me alegra y por otro hace que se me disparen todas las alarmas. Y es que dice nada más y nada menos que esto:
En el Tribunal Constitucional hay una mayoría de magistrados en contra de la aceptación del matrimonio homosexual, según han explicado varios juristas a Minuto Digital. Estos magistrados, en su mayoría de carácter progresista –nombrados con la aquiescencia del PP-, como la propia presidenta, María Emilia Casas Baamonde, tienen una opinión menos ideológica al respecto que José Luis Rodríguez y Pedro Zerolo. Ven claro que una vez eliminada la ‘discriminación’ de sexo para contraer matrimonio, los grupos musulmanes podrán alegar la discriminación de número para obtener el reconocimiento legal (y pensiones y subsidios) de la poligamia.
Cuál no será el peligro de que la poligamia se instale en España (y otras variaciones después, claro está) que hasta los juristas progres del Tribunal Constitucional lo pueden ver claramente.
Y parece que en el Gobierno y en el PSOE hay miedo al tema, porque por algo se puede leer esto:
El PSOE pide al PP 'moderación' y que reconozca el derecho de los homosexuales a casarse
Por lo que se ve hay miedo a un recurso del PP contra la citada ley, que de prosperar podría dar al traste con uno de los temas preferidos de Zapatero y su gente, así como significar un duro varapalo en las costillas del Gobierno.
Pero, volviendo al tema de la relación entre matrimonio homosexual y poligamia, me llama la atención esta declaración de José Blanco en el citado artículo:
José Blanco pidió al PP "que se aclare y que no vaya en contra de que cada uno pueda casarse con quien quiera y como quiera". Además, aseguró que desde el PSOE "no observamos ninguna inconstitucionalidad en una ley que lo único que hace es reconocer derechos para los ciudadanos".
Y es que exactamente lo mismo, palabra por palabra, podría aplicarse a la poligamia. ¿Acaso no sería la poligamia que cada uno pueda casarse con quien quiera y como quiera (son limitación numérica)? ¿Acaso legalizar la poligamia no sería una ley que lo único que hace es reconocer derechos para los ciudadanos?
Y, por supuesto, ello implicaría legalizar también la poliandria (el matrimonio de una mujer con varios hombres), porque lo contrario, puestos en esa línea, sería discriminación de sexo.
Espero que el PP finalmente se decida a presentar el recurso de inconstitucionalidad contra el dichoso matrimonio gay, y que el Tribunal Constitucional español ponga coto a este desastre social de la legalización de los matrimonios homosexuales, que siendo malo como lo es en sí mismo, no sabemos a que abismos de ruptura de nuestras bases occidentales nos puede llevar en el transcurso de no demasiados años, por la vía, entre otras, de la legalización de la poligamia.
El matrimonio de varios hombres con una mujer creo que es poliandria.
ResponderEliminarEn Francia ya hay poligamia de hecho para los musulmanes. Hace algunos anos el gobierno frances acordo con el de Marruecos que se reconocerian todos los matrimonios de los marroquies emigrados a Francia a efectos de pensiones y beneficios sociales. Esto permite a (entre otros)el mufti (obispo) de Lyon vivir como un raja sin dar ni palo al agua gracias a sus muchas espsoas y muchisimos (como 20) hijos que devengan las correspondientes pensiones a cargo del contribuyente nacional, aparte del derecho prioritario a vivienda publica como es logico dada su numerosa familia. Estos, el mufti y familia, son los que nos venian a pagar las pensiones a los lugarenos. Manda huevos, que diria Trillo.
ResponderEliminarEl matrimonio poligámico entra perfectamente dentro de la exposición de motivos del nuevo matrimonio. Cualquier excusa en contra de él, tras aprobar como se hizo el matrimonio homosexual no es más que eso... excusas. Y de las malas.
ResponderEliminarPor cierto, crrigiendo un poquillo (sé que sabréis perdonarme la pedantería) poliandria es la relación de una mujer con varios hombres... Y polisemia no es lo que comentas, sino que se dice de una palabra con múltiples significados ;)
La relación de un hombre con varias mujeres se denomina poliginia, o por una particularización del término, poligamia.
Un saludo
Parece claro que cualquier regulación del matrimonio es injusta y privadora de libertades para los colectivos que deja fuera.
ResponderEliminarYo, sigo sin entender como el muy liberal autor de este blog sigue defendiendo que sea un privilegio exclusivo de las parejas eterosexuales. Fuera privilegios! y fuera regulaciones!
Gracias por la corrección gramatical. Efectivamente no es polosemia (diccionario: "Pluralidad de significados de una palabra") sino poliandria (diccionario: "Estado de la mujer casada simultáneamente con dos o más hombres"). Ya he hecho el cambio pertinente.
ResponderEliminarHola a todos/as.
ResponderEliminarEn Plataforma Editorial hemos publicado recientemente el libro "Las verdades del poliamor", un interesantísimo ensayo que saca a la luz los problemas y retrasos que provoca la monogamia y sitúa a la poligamia como el referente amoroso más acertado y socialmente más aconsejable. El autor es un reconocido médico francés que argumenta y documenta todas sus exposiciones.
Os animo a leerlo. Si queréis conocer más sobre este libro, http://www.plataformaeditorial.com/cont/novedades/novedades_sola_cas.php?idField=40&table=novedades.
Saludos.
Es otro claro ejemplo de como la moralidad judeocristiana se entremezcla con la legislación y se generalizan valores propios de confesiones religiosas concretas al conjunto de la sociedad. Ni la poliginia ni la poliandria (poligamia es un término carente de género, aun que suele asociarse a tener más de una esposa) son objetivamente perjudiciales en cuanto representen la voluntad de todos los implicados, adultos en pleno uso de sus facultades. Todos los esados que se presuman laicos o aconfesionales deberían permitir este tipo de uniones y, naturalmente, la legislación debería basasse en valores del humanismo laico y cientifista.
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