Leer "Rebelión en la Granja" fue gratificante.
En primer lugar, por lo que representa el libro sobre la visión, casi siempre correcta, de los que ocupan el poder (servir a sus propios vientres y deseos, a costa de los gobernados).
En segundo lugar, porque leer sobre el cerdo Snowball me traía a la mente sin poder evitarlo a Zapatero (evidentemente no en todo, pero si en bastante). No pretendo con esta comparación faltarle el respeto al Presidente de Gobierno, sino solamente hablar de su carácter mentiroso y manipulador como político. Al igual que el cerdo de la mencionada novela, ha cambiado de opinión, mentido, tergiversado y manipulado cada vez que su sentido de permanencia en el poder se lo recomendado. Me viene a la mente el final del libro, en el que cerdos y humanos son indistinguibles, al igual que en un momento del gobierno de Zapatero terroristas y funcionarios policiales eran también difíciles de separar, porque los últimos se esforzaban con todas sus energías en ayudar a los primeros en contra de los jueces.
A diferencia de los animalitos de la fábula, que eran simplemente tiranizados por el cerdo, estamos a pocos días de la elección (indirecta, por gran desgracia) de un nuevo Presidente de Gobierno en España; confío en que los ciudadanos españoles que acudan a las urnas tomen conciencia de la catadura política del personaje que ha dirigido España durante estos últimos cuatro años en el momento de elegir la papeleta que van a meter dentro del sobre.
ZP en realidad me recuerda a ZaPhod Beeblebrox , Presidente Galactico en la novela "La Guia del Autoestopista Galactico".
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