Desde luego que con este PP el PSOE tiene que estar que da saltos de alegría. En su día ya me pareció una enorme estupidez que Rajoy dijera que se comprometía a estar solamente ocho años en la Presidencia del Gobierno. No se sabe lo que puede pasar en ocho años, y, por ejemplo, decir eso le costó a Aznar tener que irse cuando era la mejor baza del PP en aquellos momentos.
Bueno, pues que no aprenden. Me vengo a enterar, muy tarde, de que Rajoy dijo antes de las elecciones que si las ganaba por mayoría simple llamaría a Zapatero para que se abstuvieran los socialistas en su sesión de investidura. Y ahora la estupidez de esas palabras le pasa factura, ya que los socialistas las están aprovechando para meterle un gol por toda la escuadra a él, y pedirle lo mismo, que se abstengan los populares. Y, claro, ahora Rajoy no sabe como salir del atolladero; y es que sería la primera vez en la reciente democracia que el partido mayoritario de la oposición se abstiene en la sesión de investidura, con todo lo que ello implica, además, de contradicción ante sus votantes (más bien traición a los mismos) que, claro, se oponen a este candidato socialista. Así que, como no sabe que hacer ni que decir, no hace ni dice nada, por ahora.
Dicho sea de paso, leo que la parálisis en la calle Génova es total, en cuanto a cargos y decisiones de calado político. Silencio y quietud hasta el día 31. Que sigan, que sigan así. Puede que tengan tiempo para estar bien tranquilos... hasta el 2016.
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