Hace ocho días nombré la extorsión de ETA. Hoy la realidad viene a darme desgraciadamente la razón:
El empresariado vasco ha vivido los últimos meses con escepticismo. La razón del mismo se encuentra en el comunicado de ETA del 5 de septiembre, cuando anunció el cese de "acciones armadas ofensivas", pero no de otras actuaciones, como el envío de cartas de extorsión a las empresas. Ayer, Lazpiur confirmó que se siguen "recibiendo con cierta regularidad".
Así están las cosas. Por un lado hablan de buena voluntad, pero mientras tanto siguen chantajeando para obtener dinero. ¿Dónde está la buena voluntad? Porque yo no la veo por ninguna parte.
Claro, hay que prepararse por si el gobierno no acepta el chantaje seguir a lo suyo...
ResponderEliminar