Todo ciudadano tiene derecho a conocer las mentiras, atrocidades y hasta "chismes" (como parece con los últimos informes) de sus dirigentes y Gobiernos. Eso es transparencia.
Y es que la declaración de Leire Pajín en sencillamente dramática:
"Quiero creer que se van a tomar las medidas necesarias para que estas cosas no ocurran y para que la diplomacia internacional esté al servicio de las personas y no de otro tipo de intereses".
O sea, que Leire Pajín defiende que, por nuestro bien, se nos oculten un montón de cosas. Siempre he defendido la transparencia y siempre la defenderé. Me pareció lamentable el GAL (tiempos de Felipe González), me parecieron lamentables los vuelos secretos a Guantánamo con escalas en España (tiempos de Aznar) y me parece lamentable el servilismo oculto de Zapatero hacia Estados Unidos.
Lo que necesita la política, la internacional en general y la española en particular, es una total transparencia. Y que no se haga en privado lo que no se pueda mantener en público. ¿Es tan complicado? No lo creo.
Pero tenemos unos gobernantes, nuevamente en general a nivel internacional y muy en particular respecto a España, que parece que más que otra cosa son actores. Y aparentemente a Leire Pajín le gusta que así sea.
Sería cómico si no fuera por la gravedad de los hechos leer a Pajín, esa izquierdista de antaño, defender el secretismo ¡de Estados Unidos! Claro, ahora está en el Gobierno... Gobierno que, dicho sea de paso, está quedando con sus vergüenzas al aire en función de lo que estamos sabiendo.
Relativismo puro y duro. Y sí, ya sé que eso es normal en todos los políticos. Pero es que nunca yo lo había leído de un modo tan descarado. La expresión de Pajín en sí resulta casi cínica, o sin el casi. Es como si dijera: "Ustedes no tienen que saber ciertas cosas; es por su propio bien que permanezcan en la ignorancia; confien en nosotros los políticos, que sabemos lo que hacemos".
Pues va a ser que no. Nosotros queremos saber. Por lo menos los que nos consideramos ciudadanos y no simplemente borregos.
Por eso, sin que sirva de precedente, repito, coincido con Jorge Valín:
Todo ciudadano tiene derecho a conocer las mentiras, atrocidades y hasta "chismes" (como parece con los últimos informes) de sus dirigentes y Gobiernos. Eso es transparencia.
Así es.
"Ustedes no tienen que saber ciertas cosas; es por su propio bien que permanezcan en la ignorancia; confien en nosotros los políticos, que sabemos lo que hacemos". Es exactamente eso. Aparte estoy convencido que si te sientas a hablar con Pajin es la típica persona que no sabe de absolutamente nada. Que ha llegado por enchufes y que se conoce la vida de Belen esteban al dedillo.
ResponderEliminarPues nada, gracias ;)
ResponderEliminar