Está claro que los controladores aéreos han conseguido levantar contra ellos las iras de la práctica totalidad de la sociedad española. Y en función de lo anterior el estado de alarma, como medida para garantizar que no vuelvan a hacer de las suyas, es lago que goza de un amplio apoyo popular. Por ello a Zapatero le convenía prorrogar ese estado de alarma. Porque mientras dicho estado se mantenga, o no se hablará de otros temas que no le convienen (eliminación de la paga a los desempleados de larga duración, extensión de la edad de jubilación, etc.) o se hablará menos.
Lo que pasa es que eso no deja de ser una medida cortoplacista, muy cortoplacista. El estado de alarma se acaba el 15 de enero, y después Zapatero se va a tener que enfrentar de nuevo con la dura realidad de la impopularidad.
http://fonoteca.esradio.fm/2010-12-18/editorial-de-luis-del-pino-sabado-20907.html
ResponderEliminarCada vez más creo que el sistema actual es una tomadura de pelo inmensa.