sábado, 5 de marzo de 2005

11 preguntas unilaterales para nada

El Gobierno del PSOE ha iniciado los trámites para reformar la Constitución. Lo ha hecho con la preceptiva consulta al Consejo de Estado, órgano ante el cual ha solicitado la respuesta a 11 cuestiones. El texto de las mismas se puede leer en HispaLibertas.

Lo que se está haciendo, con ser algo obligado, no conduce a absolutamente nada, ya que finalmente la decisión deberá ser política. Y esa decisión deberá ser consensuada obligadamente entre el PSOE y el PP. En ese sentido me llama poderosamente la atención que Zapatero y su gente hayan decidido dar el primer paso unilateralmente, sin contar con el PP. Da la sensación de que poco a poco quieren ir creando un clima en el que al PP no le quede más remedio que aceptar una situación de hechos consumados, o, de lo contrario, ser tildado de radical, extremista y demás.

Y es que, a pesar de todo el bosque de las 11 preguntas, el centro de la cuestión no es sino éste: La reforma del Senado. Porque las otras tres reformas (mención de las Comunidades Autónomas, mención de la Constitución Europea e inclusión de cierta manera del derecho de la UE en nuestra Constitución, y la igualdad de los derechos del varón y la mujer a la sucesión en el trono español) son cambios ya asumidos, y que para nada van a cambiar de hecho la situación legal en España.

Pero respecto a la reforma del Senado, se me ocurren algunas preguntas. ¿Hacia donde se quiere ir? ¿Qué tipo de representación tendrán allí las Comunidades Autónomas? ¿Esa representación será la misma para todas? ¿Tendrán el mismo poder, por ejemplo, el País Vasco y Extremadura, Cataluña y la Comunidad Valenciana? ¿Podrá ese Senado bloquear las decisiones del Congreso?

Estamos hablando, por lo tanto, de una decisión de cierta envergadura dentro del ordenamiento constitucional español, e incluso de mucha envergadura, dependiendo de la dirección de las respuestas a las preguntas mencionadas. Y de esa dirección, ¿qué sabemos? Nada, absolutamente nada.

3 comentarios:

  1. Por supuesto que lo fundamental es el cambio del Senado; sin embargo, con la actual Ley Electoral ya está hiperrepresentados los partidos "regionales", ¿se trata de darlos aún más poder?. Me temo que sí.

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  2. Como todas las propuestas de cambio son inofensivas excepto la del senado, ZP tendrá difícil vender la previsible (o deseable, que no se sabe con esta derecha nuestra) oposición del PP a ese cambio concreto como intransigencia. Rajoy puede decir "lo aceptamos todo sin cambios excepto un punto de reforma y el PSOE lo quiere todo, como partido totalitario que es" o algo parecido quitando lo de "totalitario", evidentemente.

    No digo que no pueda hacer ZP cualquier cosa habida cuenta los fabulosos medios de propaganda de los que dispone, pero lo tendrá difícil.

    Dodgson.

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  3. Lo malo de todo esto es que solamente podemos hacer hipótesis, porque lo único que afecta al sistema es la reforma del Senado, y de la dirección de dicha reforma, nada de nada. Todo muy en la línea de Zapatero y su ambigüedad calculada. Gracias a los dos por las opiniones.

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