No sé si hay otra palabra que defina mejor lo que pasó en aquella jornada negra para la democracia española del 13 de Marzo del 2004, pero a mí se me ocurre una: Indignidad.
Indigno fue como el mayor atentado terrorista de la historia de España fue manipulado a su favor por los partidos políticos de la oposición, particularmente el PSOE.
Indigno fue como descaradamente se violentó la jornada de reflexión, con todo tipo de consignas partidistas y tendenciosas.
Indigno fue como se acosó las sedes del Partido Popular, en un ejercicio que violaba hasta la libertad más basica.
Indigno fue como desde los medios de comunicación adeptos al socialismo se mintió descaradamente.
Indigno es que todo lo anterior se hizo con un solo objetivo: Influenciar la opinión de los españoles en un sentido favorable al PSOE y contrario el PP en las elecciones que tendrían lugar al día siguiente.
Indigno es, sobre todo, el Gobierno que salió de la utilización que se hizo por el PSOE en beneficio propio de aquella jornada de reflexión y del terrible atentado que sucedió dos días antes.
Y la indignidad continúa. Y lo que te rondaré morena. Sobre esto he escrito en un post que acabo de colgar en mi bitácora. Vaya ante todo lo siguiente: que no entiendo lo que ocurre en este país. Innumerables ejemplos: Plan Etarrexte, política exterior, El Carmelo...y la gente, nada de nada. Y, por ejemplo, muere un reportero de Tele 5 en una guerra y los periodistas plantan a Aznar en el Congreso en un hecho inaudito. Inaudito y deplorable. Se manifestaban por que Aznar tenía bigote y ahora nada. Se manifestaban por el ACCIDENTE del Prestige y se callan por el MAMONEO de El Carmelo...Como digo en mi post: tenemos el país que nos merecemos
ResponderEliminarBuenísimo tu artículo en tu blog. Me pasé por allí, lo leí y dejé un comentario (perdona si me pasé en lo largo).
ResponderEliminarPero así es. A la izquierda se le perdona todo, a la derecha se le exige todo.
Cada pueblo tiene el Gobierno que se merece. Esperemos que en la próximas elecciones generales nos merezcamos otra cosa.