La verdad es que Zapatero cada día me sorprende más. Lo sorprendente de hoy es la cada vez más evidente política suicida en que se ha convertido la política exterior española, de la mano del Presidente más débil y más entreguista de toda la democracia española, y, además, con enorme diferencia sobre sus predecesores. Y es que la verdad es que Felipe González era un verdadero hombre con visión de estado y política exterior en defensa de los intereses españoles al lado de Rodríguez Zapatero.
¿A qué me estoy refiriendo? A la intervención de Zapatero en la cumbre de la Liga Arabe. De entrada no sé que pinta ahí, sabido el radicalismo de dicha organización, además de su anti-israelismo. Pero es que, además, su discurso, con loas al Islam (¡al que identifica con la paz!) y los avances en la democratización de los países islámicos (poniendo como ejemplos Iraq y Palestina, dos países donde se han celebrados elecciones impuestas por los países occidentales), me parece tan, pero tan miserable, que me es difícil calificarlo con otro adjetivo.
¿O cómo se puede explicar que Zapatero, ferviente defensor de los derechos humanos, se abrace con líderes de uno de los grupos de países que menos los respeta en el mundo? Simplemente con una palabra: Miserable.
Y es miserable porque la base de todo ello es una palabra: Miedo. O tal vez otra: Terror. O puede que las dos. Miedo y terror a que se vuelva a producir otra matanza como la que España padeció el 11 de Marzo del pasado año, a mano de, y Zapatero lo sabe y lo recuerda, terroristas árabes seguidores del Islam. Es decir, lo que está haciendo es nada más y nada menos que apaciguar al enemigo, por medio de ceder al chantaje.
Miserable. Así estamos ahora. Veremos dentro de poco. Puede que peor. Mucho peor.
Mucho tonto en el poder José, mucho tonto muy tonto.
ResponderEliminarSon las paradojas del "talante"
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