Abundo más en el tema de ayer. El rey de Marruecos entrega ciertos poderes (por cuestión de supervivencia política, pero ese es otro tema), pero de ahí a una verdadera libertad hay un gran trecho.
Me quedo con este párrafo del artículo:
Marruecos confirma su reconocimiento de la libertad de culto, pero no así de la libertad de conciencia, es decir, la posibilidad para un musulmán de cambiar de religión.
Me parece una auténtica barbaridad. Porque de lo que hablamos es de que un musulmán, que lo es por nacer de padre musulmán y no por libre decisión, no tiene libertad para dejar dicha religión. Eso se llama imposición religiosa. Y estamos hablado, repito como ayer, de Marruecos, que es supuestamente un país musulmán moderado. No para mí. Con toda seguridad hay países musulmanes mucho más fanáticos que Marruecos, porque hasta en el fanatismo hay grados. Pero considerar un país que defiende la imposición religiosa para la mayoría de sus habitantes como moderado, pues eso, que sería de risa de no ser por la extrema gravedad del tema.
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