El Gobierno de Colombia y la organización narcoterrorista colombiana FARC han llegado a un acuerdo. Por principio soy muy reacio a estos acuerdos que dejan impunes muchísimos crímenes. Pero hay que tomar en cuenta también que a veces no hay otro remedio, sobre todo cuando el Estado no cuenta con los medios (económicos y policiales) para detener y procesar a los criminales. Es la teoría del mal menor. Malo si los terroristas salen impunes, pero posiblemente peor si siguen asesinando, sobre todo si tienen una amplia capacidad para ello, como han demostrado las FARC.
Una buena noticia en medio de ello. El acuerdo será sometido a la decisión final del pueblo colombiano, que decidirá sobre el mismo en referéndum el próximo 2 de octubre (una fecha más en la larga lista de votaciones del presente año, dicho sea
de paso).
Solo espero que finalmente el fin del terrorismo pueda llegar a Colombia, y que esto no sea un punto más en las farsas a las que las FARC nos tienen acostumbrados. Colombia se merece un camino libre de la violencia terrorista.
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