Nos lo cuenta LD: Las polémicas vacaciones croatas de Felipe y Letizia.
Y cualquiera puede decir que con su dinero pueden hacer lo que quieran. Claro, si fuera de ellos. Pero es que lo reciben por una función, la de ser reyes, donde lo público y lo privado no tiene los límites muy claros.
Sí me ha parecido interesante esa forma de intentar ocultar el viaje, dejándose ver en público antes y después. Todo muy bien organizado para engañar al personal.
Y otra cosa que me parece curiosa es esa manía de Letizia con la privacidad. Ella, que estaba desesperada por ser reina cuanto antes, ahora no quiere pagar uno de los peajes de su posición.
Pero bueno, dejemos que un país de súbditos siga admirando todo esta puesta en escena que es la monarquía. La función debe continuar.
El primer párrafo de este post desmiente al último.
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