sábado, 26 de marzo de 2005

Terri se va muriendo

El Tribunal Supremo de los Estados Unidos se ha negado a cambiar la decisión de otras instancias judiciales inferiores en la petición de los padres de Terri (me niego a calificarla con el apellido del marido, aunque legalmente se llame así) para que cambiasen la decisión judicial tomada y ya llevada la práctica, a petición todo ello del marido de Terri, de retirarle los mecanismos por los cuales a Terri se le daban líquidos y alimentos.

El punto central de todo este asunto es que Terri no puede decidir por sí misma, debido a su inconsciencia cerebral. Entonces, la pregunta que se plantea es ésta: ¿Quién debe decidir por ella? Se entiende que el familiar más cercano, al que la ley le da ese derecho porque se supone que es quien más quiere a esa persona, quien más se preocupa por sus intereses.

Ahora bien, ¿quien quiere más a Terri? ¿Sus padres o su marido? Un marido que, recordemos, vive con otra mujer y tiene dos hijos (creo) con ella. Yo lo tengo muy claro. Quienes realmente quieren a Terri son sus padres, y ellos son los que deberían tomar la decisión. El marido tiene otros intereses más prioritarios que Terri; los padres de ella no.

Por otra parte, aunque es incuestionable que la mujer no puede tomar decisiones conscientes, es igualmente incuestionable que la mujer esta viva (movimientos, vista, sonidos, etc.). Ahora bien, ¿quienes somos nosotros para decidir que vida vale la pena ser vivida y cual no?

En otro sentido, lo que se está haciendo actualmente con Terri, desde el momento en el que se le retiraron los tubos de suministro de alimentación y líquidos (hace ya más de una semana) es matarla poco a poco, ¡de sed! Una muerte horrible. Una barbaridad.

Lo que estamos presenciando es nada más y nada menos que una decisión que jurídicamente puede que sea impecable, pero que me parece a todas luces completamente equivocada. Un sistema legal que, perdiéndose en los entresijos de la legislación, decide por una decisión que atenta contra el principal derecho de todo ser humano, el derecho a la vida.

Estamos ante una Justicia injusta que condena a una mujer completamente inocente a una muerte horrible.

7 comentarios:

  1. Humm... no sé, José. No tengo claro que el principal derecho de todo ser humano sea la vida. Bueno, para empezar cereo que los derechos son convencionales, no objetivos. Y digo convencionales, no arbitrarios. O sea, existirían tablas de derechos más racionales que otros. Pero, sobre todo, creo que en la tabla de derechos de casi todo el mundo, o por lo menos del umndo civilizado, muchos aceptamos que, por ejemplo, la pena de muerte es más civilizada que la tortura o, por lo menos, que la tortura gratuita. Muchos podríamos aceptar que se condenase a muerte a un asesino, pero no que fuera torturado antes de morir. Creo que a todos los que pensamos así (quizás tú también estés en el grupo) no aceptamos que el derecho a la vida sea el más básico. Por otro lado, a veces es fácil confundir el derecho a la vida con la obligación de vivir. En el caso de Terri, que no tengo claro del todo, habría que ver si la postura de los padres es una defensa de una cosa u otra. En todo caso, la duda que me corrpoe es si ella es capaz de sufrir al ser privada de la nutrición artificial. Eso introduciría un nuevo factor del que, creo, se está hablando poco.

    Un saludo.

    ResponderEliminar
  2. Creo haber comentado de sobra el tema en DE. De todos modos, José, si el diagnóstico es correcto (y sólo entonces) Terry ya está muerta.
    Pablocelan, he de reconocer que me sorprendes. El derecho a la vida no es el primero en tu escala? Espero que algún día tengamos ocasión de discutirlo. Saludos, Luis

    ResponderEliminar
  3. Estoy completamente de acuerdo con el post de José García. Pablo Molina ha escrito en LD un artículo muy bueno con el que también simpatizo Mar afuera.

    Subrayo este párrafo del artículo de Pablo Molina: Fieles al dictado de lo políticamente correcto —que alguna vez habrá que empezar a llamar por su verdadero nombre: marxismo cultural—, los medios hurtan a su audiencia el relato de los padres de Terri, que aclaran que su hija «no está muerta cerebralmente, ni está en coma, ni en estado vegetativo; tampoco necesita ningún sistema de soporte vital para mantenerse con vida. Por el contrario, ella ríe, llora, se mueve parcialmente y a veces dice mamá, papá y responde afirmativa o negativamente cuando se le pregunta».

    Por tanto lo que dices Luis no sé de dónde lo sacas, porque sus padres dicen otra cosa. Como dije en tu blog los padres son los que realmente quieren a su hija, su marido es evidente que se la quiere sacar de enmedio, esto está claro para mí.

    Por otro lado para mí el primer derecho que tenemos es a ser libres, el derecho a la vida va ligado de alguna manera con la libertad, pero hay circunstancias en las que mi libertad puede exigir sacrificar mi vida.

    ResponderEliminar
  4. En este caso entramos en el resbaladizo terreno de saber qué es la consciencia. Una persona que ríe, llora, se mueve, etc. tiene más consciencia que un árbol, y si me apuras hasta más que un animal. Es cierto que no está normal, pero hay muchas personas enfermas terminales que no son conscientes, ¿el criterio es matar a alguien porque no tiene curación posible? estamos entrando en el terreno del nazismo.
    Por otro lado yo no me baso en el criterio de los neurólogos, me baso en lo que dicen sus padres, y si no mienten es evidente que su hija está viva, no veo por qué nadie, absolutamente nadie, puede hurtarles a sus padres el gozo de tener viva a su hija. Otra cosa sería que Terri estuviera consciente y deseara morir, eso ya sería otra cuestión.

    ResponderEliminar
  5. jmaria: creo que aopelar a "quién quiere verdaderamente a Terri" no ayuda nada, al contrario. El problema es que en primer lugar es un juiocio de intenciones y en segundo término desde el amor --desde el amor inmenso-- se puede decidir tanto una cosa como otra. A ama con locura a B y eso puede determinar desear su muerte porque su vida no le parece digna o desear que viva aunque sea como un vegetal. Los jueces no pueden dictar una sentencia tomando como base la sinceridad del sentimiento de nadie. Por eso importa poco si los padres la quieren o si el marido ha dejado de hacerlo.

    Luis: a lo que me refiero es a que la inmensa mayoría la gente razonable que aprueba la pena de muerte está sin embargo en contra de la tortura. Incluso de la torturaa un asesino. Supongo que eso nos debe hacerp ensar sobre si el derecho a la vida está por encima de todos los demás.

    ResponderEliminar
  6. "Los jueces no pueden dictar una sentencia tomando como base la sinceridad del sentimiento de nadie."

    Pueden hacerlo y lo hacen. Otra cosa es que lo hayan considerado pertinente en esta caso. Creo que no consideran el derecho de los padres porque no hay absolutamente ninguna ambigüedad legal al respecto de la custodia, pero si la hubiera, no te quepa duda de que el juez (forzado o no por el abogado de los padres) habría tomado en consideración los sentimientos paternos.

    Pero ese es el tema legal que, me parece, está bastante bien resuelto a favor del marido.

    Por otra parte, Happy, no es en absoluto un argumento hablar de que un médico que está defendiendo la posición de los padres es provida.

    A ver. Sinceramente, es como si apelaras al poco prestigio que tiene esa gente y/o desde la seguridad de que tendrá sesgado su criterio médico. No lo puedes demostrar, así que es irrelevante, lo que dice es médicamente pertinente o no lo es. Por otra parte, cada vez me parece más sesgado el criterio de otra gente, precisamente a los que se enfrentan los provida. Unas consideraciones: no confundas causas con consecuencias, es muy posible que haya médicos que se hayan hecho provida desde su seguridades científicas y no al revés. Mi caso (no digo que sea médico) va más bien en esa dirección, me he movido hacia la posición de los provida desde consideraciones científicas, morales y de costumbres. Más. Cada día me parecen más fanáticos los izquierdistas, más irracionales. No voy a insistir, pero me parece que el que sostiene posiciones irracionales es el marido de Terri. Sólo hay que ver el desprecio con que habla de los contrarios a lo que él dice. Pero no sólo él sino todos los que lo apoyan. Lo de los padres será lo que quieras, pero no tiene nada de despreciable ni merece el más mínimo insulto o descalificación. Eso es muestra de dónde está en realidad la visceralidad (el artículo de Pablo es a mi juicio definitivo). Más. El marido se basa en una estupidez, no ya científica, sino desde el punto de vista del sentido común o de cualquier concepción filosófica digna de ese nombre ¿que narices es eso de basar esa soberbia en "Terri no *querría* vivir en esas condiciones"? ¿de dónde saca uno que pueda decidirse cualquier juicio moral (porque, no nos engañemos, esa es la base de su "veredicto", ese juicio moral) en base a un condicional, no sólo imposible de verificar, sino inaplicable puesto que hasta las más básicas circunstacias de Terri han variado? Esa mujer no es la misma, falla incluso la identidad. Si lo piensas verás que es como una burla de ese tío a los que piensan diferente. Mi impresión cruda a oírlo es que se está ciscando en los que le llevan la contraria y se regodea en su impotencia. Lo he visto en progres echados a perder y eso me parece razón para descalificarlo a él moralmente (la legalidad se tienen que acatar aunque beneficie las neurastenias de un pillo, como dice Pablo, en flagrante adulterio). Los que lo apoyan sentencian que está muerta y que el que diga lo contrario es un ultraderechista. Eso tendría que dar idea de qué van y de que Terri les importa un rábano, esgrimen la victoria legal contra sus enemigos políticos.

    Digo lo que Pablo, los padres de Terri y los provida tienen todas mis simpatías y mi envidia, ellos son capaces de defender sus principios cuando aquí nos da incluso vergüenza decir que somos de derechas (más despreciable la postura nuestra cuando es de pura vagancia, porque la máxima amenaza tantas veces es el exabrupto de gente impotente, que el único bagage intelectual es el que le dan las cuatro consignas que pasa La Trola y la única defensa moral es la prepotencia y la soberbia.

    Dodgson.

    ResponderEliminar
  7. Si, y subrayo el si, Terri se puede comunicar moviendo los ojos, su estado se denomina coma vigil y significa que no puede mover nada más que los ojos pero no que no sea consciente. En est caso, retirarle la alimentación es un asesinato sin paliativos: es matarla de sed y de hambre.

    ResponderEliminar

Después de siete días de la publicación de un artículo todos los comentarios necesitan aprobación.