Leo sobre el ataque de 45 energúmenos extremistas a dos guardias civiles y sus novias en Alsasua (Navarra). Y para mí dicho ataque no cabe calificarlo como agresión, sino como terrorismo. Volvemos a lo de siempre, unos castigos (es un decir) judiciales que hacen que los delitos queden impunes. ¿Alguien se acuerda como Aznar acabó con la kale borroka? Pues sí, simplemente subiendo las penas por participar en dichos actos de terrorismo callejero (los autores podían llegar a ser condenados a 20 años de cárcel). Y si los sujetos que participaron en la paliza grupal a los guardias civiles y sus novias se pasaran en la cárcel, por ejemplo, 10 años efectivos, los que vinieran detrás se lo pensarían mucho antes de hacer lo mismo.
¿Y qué decir sobre la declaración de condena del Ayuntamiento? Pues eso, muy en la línea de mantener una cuidadosa equidostancia entre culpables y víctimas. Nada de extrañarse en nacionalistas y podemistas. Pero lo que desde luego es alucinante es que el PSOE vote a favor de esa cosa.
En fin, las fuerzas del orden atacadas por serlo y los atacantes impunes. Los agresores y los agredidos, todos en el mismo saco. Es España, el mundo al revés.
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