Por una vez (y espero que sin que sirva de precedente) voy a hablar bien del repelente personaje. Hace años, en una visita del rey saudí a Rusia, éste le pidió permiso para comprar y edificar en Moscú una gran mezquita. La respuesta de Putin fue simplemente extraordinaria:
"No hay problema, pero con una condición: que autorice a que se construya también en su capital árabe una gran iglesia ortodoxa".
No estaría de más que esta filosofía fuera imitada por los países occidentales (España y Estados Unidos entre ellos).
Putin no necesita comisiones por petroleo nuestro rey si, de ahi el pegote de la m30
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