Qué no, leñe, qué Donald Trump y Pablo Iglesias no son la misma cosa

Qué manía con meter en el mismo saco al bocazas de Nueva York y al bocazas de Madrid. Pues no. Para empezar, el primero no está trapicheando con todo el que quiera despedazar Estados Unidos y su Constitución, cosa que el segundo está haciendo en España. El primero defiende el sistema económico que más prosperidad ha dado a este mundo, mientras que el segundo defiende el que, por poner un solo ejemplo, ha convertido al país más rico de América Latina en uno equiparable a los países africanos. El primero defiende un sistema político de libertad, mientras que el segundo defiende uno que enterró a cien millones de personas (a unas vivas y a otras después de asesinarlas). Y, lo más importante en el momento presente, al primero le sobrevivirán sin problemas el sistema político, económico, la separación de poderes y la democracia en Estados Unidos, mientras que si el segundo llegara a gobernar España, pues lo mismo, le sobrevivirían sin problemas el sistemá político, económico, la separación de poderes y la democracia... en Estados Unidos.

Porque sí, los dos son unos maleducados, unos machistas (aunque el primero, a pesar de sus paridas, nunca llegó a decir de una periodista que se le oponía que la azotaría hasta que sangrase), unos ególatras, unos mentirosos, unos auténticos majaderos (entre otras muchas cosas). Pero uno, con todos sus defectos (muchísimos, sin duda), defiende la libertad, la economía libre, la democracia y la separación de poderes, y el otro...