miércoles, 8 de febrero de 2006

Estados Unidos se denigra vilmente a sí mismo (2)

A veces uno, por el hecho de vivir en Estados Unidos, da por sentado que los demás que no viven aquí saben cosas de este país que, por lógica, desconocen. Es lo que creo que pasa con el terrible asunto del aborto en Estados Unidos, y que creo muestra Dogson en sus comentarios a mi anterior texto sobre el tema.

No pretendo entrar en este escrito en valorar opiniones personales. Tampoco ni tan siquiera en exponer y defender mi visión sobre la vida del no nacido en contraposición al aborto (asunto tal vez para un texto futuro). Quiero simplemente dar a conocer la barbaridad que se está cometiendo en Estados Unidos en el tema del aborto.

Escribe Dogson: Por otra parte no sé si se puede llamar asesinato a lo que dices que se va a poder hacer en EE.UU.: a mi modo de ver el método de abortar no es importante, lo es la edad del feto.

Mi estimado Dogson y demás lectores, no es lo que se va a poder hacer en Estados Unidos, ¡es lo que se está haciendo! Simple y llanamente en Estados Unidos el aborto es completamente legal en cualquier momento del embarazo, en función de que el Tribunal Supremo de los Estados Unidos ha dado la razón a los grupos proabortistas en el sentido de que el bebé no nacido es parte del cuerpo de la mujer hasta el momento del nacimiento, y que la mujer (embarazada o no, pero en este caso hablamos de la mujer embarazada) puede hacer lo que quiera con su propio cuerpo. Por lo tanto, cualquier mujer puede pedir el aborto (asesinato) de su bebé no nacido, aún a pocos días antes de nacer.

En el momento presente, desde el Ejecutivo y el Legislativo, dominados por los republicanos, se quieren impulsar medidas para, al menos, prohibir el llamado técnicamente "final del embarazo por dilatación y extracción", que no es más que una forma disfrazada de referirse al brutal aborto por nacimiento parcial, que paso a copiar como se efectúa:

- Aborto de nacimiento parcial: El procedimiento
- Guiado por la ecografía, el abortero sujeta la pierna del bebé con fórceps.
- La pierna del bebé es sacada fuera.
- Tirando del fórceps, el abortero extrae del canal genital el cuerpo del bebé, excepto la cabeza.
- El abortero clava unas tijeras en la región occipital del bebé, después las abre para agrandar el agujero.
- El abortero introduce un catéter en el agujero, a través del cual vacía el cerebro por succión; finalmente extrae la cabeza del útero. El procedimiento ha terminado.


Añadir que, por supuesto, este brutal sistema se lleva a cabo cuando el bebé está completamente formado. En algunos casos se hace pocas semanas o días antes del nacimiento (pasados los ocho meses de embarazo). El sistema asegura dos cosas. Que no quede parte alguna del bebé dentro de la madre, y que cuando el cuerpo del bebé salga completamente del cuerpo de la madre ya esté muerto con total seguridad (para evitar lo que en el pasado sucedió, que en el intentó de aborto, el bebé salió vivo, y la situación se complicó a nivel legal).

Pues bien, esto es lo que los tribunales de California y Nueva York han dicho que se puede seguir haciendo, como ya se está haciendo desde hace mucho tiempo. Y sobre lo que en breve plazo tendrá que pronunciarse el Tribunal Supremo. Y sobre lo que, como dije, Estados Unidos tendrá que rendir cuentas algún día, especialmente su rama judicial.

2 comentarios:

  1. Realmente repugnante, y hay personas capaces de hacerlo? por menos llevan al corredor de la muerte a otros.....

    ResponderEliminar
  2. Efectivamente, Dogson, la cosa está tan mal en Estados Unidos para los grupos a favor de la vida que lo único que queda es intentar (sin conseguirlo por ahora) atacar el procedimiento y que no se pueda abortar en las últimas semanas del embarazo. Y todo por una decisión del Tribunal Supremo de Estados Unidos dándole derecho a la mujer sobre su propio cuerpo. Así están las cosas. Lamentable, pero cierto. Por eso el título de mis textos.

    ResponderEliminar

Después de siete días de la publicación de un artículo todos los comentarios necesitan aprobación.