Evidentemente, que Zapatero haya visitado las ciudades españolas africanas de Ceuta y Melilla merece ser reconocido como un acto positivo. Entre otras cosas porque no lo hizo un Presidente de Gobierno que debió hacerlo, Aznar, y para ello no hay excusas de ningún tipo.
Pero tampoco es como para lanzar las campanas al vuelo. Zapatero lo ha hecho obligado por las circunstancias, ya que la presión social en el tema en cuestión se hizo insoportable después de los asaltos por parte de inmigrantes a ambas ciudades. Y, además, se ha preocupado, y mucho, de no convocar ni una sola conferencia de prensa en las visitas, para no tener que enfrentarse a las preguntas que con seguridad le iban a plantear los periodistas sobre asuntos tan espinosos (para él) como la españolidad de las dos ciudades, las relaciones con Marruecos sobre el asunto, y las declaraciones marroquíes sobre el tema, asunto éste que me parece, además, escandaloso.
Porque ese tema, el de las declaraciones de los marroquíes reclamando Ceuta y Melilla para ellos, es para llorar. Mientras ellos gritan a voz en cuello su posición, nadie del Gobierno de España dice lo más mínimo sobre el asunto. Está claro que de lo que se trata es de no molestar al potencial enemigo español. Y si hay que molestarle (como con la mencionada visita) que sea lo más mínimo.
Lo dicho, sí, está bien que Zapatero haya visitado Ceuta y Melilla. Pero al menos yo, que intento ser justo en todas las ocasiones, he echado de menos una claridad en los posicionamientos del Presidente sobre las plazas españolas en Africa. He leído por ahí que eso es demasiado pedirle a Zapatero. Bueno, es posible, ¿pero es el Presidente de España o no?
Le doy un Sí por esta vez.
ResponderEliminar