Fueron cuatro los textos que escribí sobre este lamentable tema del malestar en el ejército por cuestiones políticas y las amenazas veladas de intervención militar (uno, dos, tres y cuatro). Me gustaría que este quinto fuera el último, porque el asunto no volviera a estar en la actualidad española. Y con ese deseo quiero expresar mi opinión personal sobre la cuestión.
Creo que los militares se equivocan profundamente cuando emiten opiniones políticas, y sobre todo cuando, como todos sabemos, esas opiniones van cargadas con una amenaza velada (aunque no demasiado velada, la verdad) de que en caso de que las cosas no vayan por el camino que ellos quieren, recurrirán a un golpe de estado. Porque, seamos claros, esa es la realidad de las cosas, y por eso estas declaraciones de militares crean tanto revuelo, cuando provenientes de otro colectivo (médicos, fontaneros, etc.) no llegarían ni a una frase en un periódico; porque los militares tienen una fuerza, la de las armas, que los demás no tienen, y existe el temor de que la utilicen contra los medios políticos en determinadas circunstancias.
Por ello, porque es un error que los militares amenacen veladamente a la sociedad que les ha confiado el poder de las armas, esas críticas políticas y esas amenazas deben ser castigadas duramente.
Por otro lado, siempre estaré con el poder civil y jamás con el poder militar. Aunque las decisiones de los políticos que ocupan ese poder civil me disgusten profundamente. Porque la realidad es que eso es democracia. Y si las decisiones de esos políticos no se ajustan a la legalidad, el remedio no es que los militares se tomen atribuciones que no les competen, sino que esas medidas supuestamente ilegales vayan a la vía judicial, particularmente al Tribunal Constitucional, que para eso está.
Es más, llegado el caso en que así lo decida un gobierno democrático, prefiero la desaparición de España como tal, que una España mantenida bajo el poder militar.
Pero, dejando sentado lo anterior, también hay que dejar claro que Zapatero y este desastroso Gobierno tienen mucha culpa de lo que está ocurriendo, con su divisionismo político y social, sin precedentes en la reciente historia democrática española. Con su testarudez en querer gobernar España apoyándose en los que se han declarado enemigos públicos de la misma. Con su locura de mantener negociaciones secretas (que no son secretas, por supuesto) con los terroristas. Con su entreguismo al enemigo marroquí.
Zapatero nos ha vuelto al pasado, allá por los años 70s, cuando las amenazas golpistas eran el pan político cotidiano. Para añadir que, además, cada vez estamos más lejos de los países civilizados y más cerca de una pseudodemocracia tercermundista. ¿O es que acaso se puede pensar en declaraciones de militares como las que hemos tenido en España en países como Francia, Gran Bretaña, Alemania, etc., por no decir Estados Unidos? Evidentemente no. Y son los países con los que en teoría (no en la práctica, por desgracia) España debería codearse.
Por lo tanto, mal hacen los militares en dar opiniones políticas y amenazas veladas, bien hace el Gobierno en castigar esas amenazas, y mejor lo haría si pusiera las medidas para no seguir por el camino que va, que en el peor de los casos podría llevar a España a una división de impredecibles consecuencias.
En cualquier país civilizado, los resultados de las últimas elecciones generales y las condiciones presentes estarían haciendo que los políticos de los dos grandes partidos se plantearan una gran coalición entre PSOE y PP. En España no. Y así nos va. Aún hay remedio. Esperemos que alguien sepa ponerlo, por el bien de todos.
Pacto PSOE-PP, cada vez se ve más alejada esa posibilidad, pero cada vez es más necesaria para construir un futuro con un mínimo de seguridad sobre cuestiones básicas. Las minorías están sobrevaloradas en estos momentos en España.
ResponderEliminar¿por que no hablan los militares de la españolidad de ceuta y melilla?
ResponderEliminarPuesto a hablar de defender la unidad de la nacion y tal....
Ahí les duele, comprometer la vida en una probable batalla para defender Ceuta y Melilla cuando sean atacadas es más jodido que juguetear con la intervención militar en política.
ResponderEliminarSi no vamos a defenderlas, por favor que disuelvan el ejercito y bajen los impuestos.
Y por favor, dejemos de cargar sobre los separatistas que el único responsable e ideólogo de la destrucción es zETAp.