Bueno, ya hemos analizado una por una las últimas elecciones autonómicas en cada unas de las comunidades autónomas. Los colores con las que he calificado las elecciones de los ejecutivos han sido los siguientes:
Andalucía, amarillo.
Aragón, rojo.
Asturias, rojo.
Baleares, rojo.
Canarias, rojo.
Cantabria, rojo.
Castilla-La Mancha, verde.
Castilla y León, amarillo.
Cataluña, rojo.
Extremadura, verde.
Galicia, rojo.
Madrid, verde.
Región de Murcia, verde.
Navarra, rojo.
País Vasco, rojo.
La Rioja, amarillo.
Comunidad Valenciana, verde.
Y éste es el total:
Verde: 5 comunidades.
Amarillo: 3 comunidades.
Rojo: ¡9 comunidades!
La triste conclusión es que claramente en más de la mitad de las comunidades autónomas de España (muchas más de la mitas si sumanos las de color amarillo) lo que hay son gobiernos salidos de la partidocracia y no de la democracía. Fueron los partidos los que tomaron la decisión de quien gobernaría, de espaldas a los ciudadanos, y por intereses que estos, los gobernados, probablemente jamás conocerán. ¿Se puede calificar esto de democracia? Por supuesto que no, es simple y llanamente partidocracia.
España, partidocracia (serie)
Descomunal esfuerzo que como observador/sufridor de la in-cultura política española al menos yo te agradezco sobremanera.
ResponderEliminarLa conclusión no por esperada es menos desoladora. Tan desoladora como el futuro, que al parecer está más en cuál será el próximo expulsado del producto televisivo ese en el que se encierran a hacer el cretino, en vez de estar en La Moncloa y la urgencia por expulsar a uno de los peores inquilinos monclovitas que en el mundo han sido (en dura disputa, supongo, con el resto de la actual clase política, claro).
Saludos.
YO NO LE VOTÉ: ^^
Agradezco el comentario. Soy consciente de que este estudio no servirá de mucho, visto como están las cosas. Pero ahí queda. Como ahí quedarán también las propuestas una vez que termine la parte sobre las elecciones municipales. Gracias de nuevo y un cordial saludo.
ResponderEliminarMuy revelador. Se impone una modificación del sistema electoral.
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