Y todo esto después de ir de la mano con un sujeto político como Pedro Sánchez en la pasada investura fracasada, después de que el socialista sacara los peores resultados de la historia del PSOE, cosechando únicamente cinco millones y medio de votos. Entiendo que tal apoyo pudo se forzado por las circunstancias. Pero no entiedo que sigan poniendo tantos remilgos al PP, un partido que ahora ha obtenido casi dos millones y medio más que los socialistas entonces. Y, dicho sea de paso, solamente tienen una forma de hacerse perdonar el anterior apoyo a Sánchez y de mantener la centralidad, todo al mismo tiempo, que es hacer lo mismo ahora con Rajoy.
Si tan solo hubieran sacado los mismos diputados que hace seis meses, y suponiendo que el PP hubiera obtenido los que tiene, ahora estaríamos hablando de que Ciudadanos sería necesario para el Gobierno, y podría perfectamente imponer su programa de regeneración. Pero no, este último medio año no solamente no se han mantenido (ni hablemos de crecer, que sería lo normal en un partido de nuevo cuño y con etiqueta de regeneración), sino que se han dejado casi cuatro cientos mil votos por el camino.
Que sigan así, en esa indefinición, diciendo que ni sí, ni no, sino todo lo contrario; jugando a hacer una política de izquierdas con votos de derechas, pero pretendiendo ocultarlo, como si los votantes fueran tontos. Menos indefinición tuvo UPyD y acabó como acabó. Van camino de ello. En diciembre fueron perfectamente prescindibles. Y hoy lo siguen siendo.
Actualización:
Acabo de leer un muy buen artículo de Cristina Losada en Libertad Digital precisamente sobre este tema:
Los dilemas de Ciudadanos
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