El sistema ha fracasado. España tiene un Congreso fragmentando que hace que el país sea prácticamente ingobernable. Y nadie quiere verlo. Los partidos castigados por el actual sistema representativo quieren empeorarlo aún más, yendo a una mayor representatividad, que quiere decir ni más ni menos una mayor fragmentación y que se den las condiciones para que haya más situaciones futuras en las que el país quede ingobernable.
Puestos a hacer las cosas así se podría hablar de gobernar el país a través de una asamblea de 34 millones de ciudadanos (los llamados a votar). Pero ya que sabemos que eso es imposible, y que se ha de hacer por medio de los representantes, habremos de llegar a la conclusión de que tenemos que dotarnos de un sistema que otorgue una cierta estabilidad. Y el actual ya venía cojeando, como lo pudimos ver con las legislaturas en las que hubo que vender la gobernabilidad de la nación a pequeños grupos nacionalistas que la compraron para despedazarla.
La solución pasaría por dividir España en, por ejemplo, 400 distritos de alrededor de un millón de habitantes cada uno, que elegirían en cada uno de ellos a un diputado (se puede optar por elegir al más votado o, mejor aún, si no hay mayoría absoluta, ir a una segunda vuelta entre los dos con más apoyo).
Eso daría una mayor estabilidad al gobierno y una menor dependencia de grupos minoritarios, con el consiguiente beneficio para todos por la eliminación de la provisionalidad. Además que, de hecho, el sistema podría tender a quitar poder a los partidos si los votantes tomaran conciencia de votar a nombres conocidos y no a representantes de esos partidos por el solo hecho de serlo (esto último sé que está por verse, porque en las votaciones al Senado, con listas completamente abiertas, la gente vota en plan borrego, al partido en cuestión; pero bueno, cada cual hace con su voto lo que le da la gana).
Esa circunscripción individual sería la solución al problema político presente. Pero en lugar de ir hacia ella se quiere ir exactamente en la dirección contraria. País.
Unas circunscripciones así es algo que llevo proponiendo mucho tiempo, 1 diputado cada 100mil, así se sabría exactamente quién me representa en mi circunscripción.
ResponderEliminarAdemás de la ventaja de la estabilidad del gobierno, tendría la ventaja de que lso candidatos deberían ser, en teoría, personas que aporten algo a la comunidad donde se presentan. Personas con cierto CV o ciertos valores, y no simples "paracaidistas" colocados ahí por los partidos, algo muy habitual en PP y PSOE..
Saludos
Pues sí, es lo mismo que vez tras vez yo he venido defendiendo en este blog. El problema es que con un PP y un PSOE debilitados (a quienes en teoría les convendría más este sistema), los partidos "emergentes" (Podemos y Ciudadanos) jamás van a apoyar algo así. Se perdió la oportunidad cuando PP y PSOE pudieron hacer esa reforma constitucional sumando sus diputados. Ahora solo queda ver las consecuencias de la peor fragmentación del Congreso en toda la reciente democracia española. Y me temo que no van a ser buenas. Ojalás me equivoque. Saludos.
EliminarA mi me gusta mas lo siguiente:
ResponderEliminarSe presenta a diputado en circunscripción nacional el que quiera (tal vez haciendo un corte presentando un número de firmas y un aval monetario para evitar frikis).
De todos los que se presenten salen diputados los 100 más votados. Y aquí viene la gracia, cada vez que aprietan el botón del congreso su votación vale tanto como votos hayan recibido en las elecciones.
De ese modo cada votante vé donde está su voto y lo que hace su representante con él. Y puede ejercer presión sobre su diputado de manera directa.
Así muy pocos votos se perderían (sólo los del candidato 101 hacia atrás, que tenderían a ser muy pocos).
Vendría a ser como tener 100 partidos políticos a los que votar, por lo que podríamos elegir a alguien que realmente encajara con nuestro pensamiento, en lugar de tener que votar tapándonos la nariz en muchas ocasiones.
Pue sí, no suena nada mal.
EliminarUno de los problemas de los sistemas de representación proporcional es que un Partido grande puede meter a un pedofilo en el Congreso si se le antoja: le basta con ponerlo lo suficientemente alto en la lista para que aun perdiendo los dos tercios de sus votos el pedofilo salga elegido. Y los votantes pueden hacer bien poco o sea que es poco democrático. Cierto que en un sistema mayoritario se puede colocar al pedofilo en una circunscripción segura pero si el personaje es lo bastante repelente lo cierto es que perderá en esa circunscripción segura.
ResponderEliminarOtro problema es que al ser el Partido el que pone a los candidatos en posición elegible o no-elegible los diputados estan mas preocupados de complacer al jefe del partido que a los votantes. Poco democratico. En Francia cuadno los diputados sienten que se iban a dar el costalazo pues ocurre de vez en cuando que el Jefe deja de serlo. También ocurre de vez en cuando (y esto tambien se aplica al caso del candidato pedofilo) que el diputado vaya por su cuenta, compita con el candidato del Partido y le derrote. En España el PP ha perdido millones de votantes y nadie se atreve a toserle a Rajoy en el PP y fuera de este nadie puede hacer nada.
Y en tercer lugar esta que tras las elecciones todo se decide a espaldas de los electores: de haber habido una segunda vuelta Carmena jamas hubiese sido elegida, lo fue por una maniobra trapera entre Podemos y el PSOE Ahora tenemos que el futuro gobierno se va a decidir tras unos trapicheos
sordidos y chantajes entre los grandes partidos sin que los votantes puedan decir lo que quieren.
El sistema español es un sistema corregido por la Ley de Hondt pero si esta proporciona mas estabilidad que un sistema puramente proporcional la verdad es que no lo hace mas democratico.
Completamente de acuerdo en todo lo que dices. Es por eso que vez tras vez he dicho que España tiene más bien una partidocracia que una democracia.
EliminarY lo peor es que tenemos un PP que son tan necios tan necios que cuando Susana Díaz estaba dispuesta a ir en esa línea en Andalucía (la de la doble vuelta) a cambio de su investidura, ellos la ignoraron pensando que se iba a estrellar. Pues en vez de estrellarse se apoyó en Ciudadanos... que va exactamente en la dirección contraria. Así de listos son en el PP.