A los pocos días de decir "o yo o el caos" Mas se fue, con mucha más pena que gloria, y ni lo uno ni lo otro (al menos por ahora). Mas es un claro ejemplo de uno de los muchos políticos, la inmensa mayoría, con vocación de servicio... a su gran ego, por encima de lo que sea y de quien sea.
Mas se encontro con una Cataluña en una situación política difícil, y la deja en una más difícil aún; recibió una ciudadania catalana dividida, y la deja enfrentada; cuando llegó la situación económica en su territorio era mala, y ahora cuando se va es pésima; al llegar tenía unas relaciones con el Estado deficientes, y al irse se quedan inexistentes; en suma, si la situación catalana que tenía al llegar era mala, la que queda ahora es infinitamente peor.
Espero que a Mas le vaya bien fuera de la política, y que la vida no le pase factura por todo el daño que ha hecho. Iba a decir, cuando pensé en escribir este texto, que su sucesor es imposible que sea peor que él y que lo haga peor; pero no es así. Efectivamente puede ser peor que Mas (mucho peor) y hacer las cosas peor que él (incluso mucho peor), porque si en general toda situación tiene la posibilidad de empeorar, la catalana en particular (de por sí y en relación al Estado) con más motivo. Espero que no sea así. Aunque francamente no soy nada optimista al respecto.
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