Las matemáticas es lo más objetivo que he encontrado para analizar la política en general y las elecciones en particular. Y aplicadas a los ejes derecha-izquierda (como ejes teóricos, o sea, para que nos entendamos) nos dan unos resultados interesantes.
Redondeando, el PP cosechó en las elecciones de 2011 10.9 millones de votos y UPyD 1.1. O sea, sumados tenemos 12 millones. En las elecciones del pasado año (¡como pasa el tiempo!) el PP obtuvo 7.2 millones de apoyos (se dejó 3.7 millones en el camino, ¡ahí es nada!); Ciudadanos consiguió 3.5 millones, y entre UPyD y Vox consiguieron 0.2. O sea, que entre PP, Ciudadanos, UPyD y Vox sumaron 10.9 millones de votos. Volviendo al redondeo de números, la derecha perdió, por lo tanto, un millón de votos.
Vayamos ahora con la izquierda. En 2011 el PSOE consiguió 7 millones de votos, que sumados a los 1.7 de IU nos da 8.7 millones. En las últimas elecciones el PSOE obtuvo 5.5 millones de apoyos (perdió millón y medio, y haciendo oposición a un gobierno lamentable, que ya es decir), Podemos 5.2 millones (objetivamente casi lo mismo que los socialistas) e IU 0.9. La suma de toda esa izquierda nos lleva a 11.6 millones de papeletas. Eso quiere decir que la izquierda ganó casi tres millones de votos respecto a las anteriores elecciones.
Otro detalle a tener en cuenta es la participación. En 2011 votaron 24.3 millones, mientras que en 2015 fueron 24.9 millones.
Esos son los números, fríos y reales. Ahora las valoraciones. Claramente la subida en participación benefició a la izquierda. También las coaliciones podemistas en Cataluña, Galicia y Comunidad Valenciana les hicieron sumar votos (no sé cuantos, porque no tengo ganas de buscar esos datos). Pero sobre todo volvemos a lo que yo llamo el eje motivación-desmotivación, que creo que siempre es el que hace ganar y perder las elecciones. Un grupo bastante grande de votantes de derechas quedaron desmotivados por los incumplimientos programáticos del PP y no acudieron a votar (al no querer apoyar a cualquier otro partido), mientras que otro grupo de votantes izquierdistas, aún mayor que el anterior, que no acudieron a votar en 2011 (y que en 2008 había votado a Zapatero y quedaron desmotivados por sus incumplimientos en su segunda legislatura) se sintieron motivados y acudieron a votar a Podemos.
Y es que, si la izquierda obtuvo ahora ese 11.6 millones de votos, hay que recordar que esa misma izquierda consiguió en 2008 (las últimas elecciones que ganó Zapatero), ojo al dato, 12.3 millones (11.3 millones al PSOE y un millón a IU). O sea, casi un millón más entonces que ahora. Lo que demuestra que toda situación tiene la posibilidad de empeorar. Y es que el resultado del 20D pudo haber sido incluso peor, con una abultada victoria incuestionable de la izquierda con Podemos como su partido claramente mayoritario. Y eso podría llevarse a la práctica en futuras elecciones, sobre todo si el "efecto Podemos" se consolida y sigue al alza.
Dicho todo lo anterior solo me queda añadir algo. El hundimiento del PSOE (tal vez irrecuperable) no quiere decir que el enorme electorado izquierdista también se ha hundido en España. Eso lo vimos claramente en las últimas elecciones. Algo muy a tener en cuenta para elecciones futuras (sean estás cercanas o no tan cercanas, porque lejanas no lo van a ser, desde luego). Sobre todo cuando gran parte del electorado centro-derechista español es muy dado a quedarse en casa cuando hay tormenta política en su lado (para al día siguiente salir a llorar al bar), en vez de ir a buscar una mejor opción a quien apoyar. O esa actitud cambia o los resultados pueden ser mucho peores de lo que algunos pueden imaginar.
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