El pasado 4 de octubre tuvieron lugar elecciones parlamentarias en Portugal. Ganó la coalición conservadora Portugal al Frente, con 102 escaños, seguida del Partido Socialista (86), el Bloque de Izquierdas (19) y la Coalición Democrática Unitaria (una unión entre comunistas y verdes), con 17. Pedro Passos Coelho, el líder ganador, fue nombrado Primer Ministro por el Presidente de la República, siendo instalado en el cargo el día 30 de octubre, pero de poco sirvió, porque pero de poco sirvió, porque el 10 de noviembre una moción de censura contra él fue aprobada, con el apoyo de los tres grupos izquierdistas en el Parlamento, convirtiéndose así en el Gobierno más corto de la historia de Portugal, de tan solo once días de duración. Posteriormente el líder socialista, António Costa, fue nombrado Primer Ministro por el Presidente de la República.
Mal pintan las cosas para Portugal, que da un completo giro a la izquierda. Durante el último Gobierno Portugal había seguido la senda de la austeridad, consiguiendo pagar completamente a sus deudores el dinero del rescate. Veremos si a partir ahora no se instala en el populismo despilfarrador, con la bonanza en el cortoplacismo, pero el desastre más absoluto en el largo plazo, como la experiencia ha demostrado.
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