domingo, 3 de abril de 2005

Murió Karol Wojtyla

Corría el año 1978, cuando Albino Luciani, más conocido como Juan Pablo I, moría en extrañísimas circunstancias, después de poco más de un mes en el papado. La absoluta falta de investigación de aquella muerte (¿asesinato?) por parte de la cúpula de la Iglesia Católica fue una de las razones (no la única) que me desilusionaron profundamente y me alejaron de la misma (aunque sigo manteniendo mi fe en Jesucristo, pero fuera de la Iglesia Católica).

Ayer murió su sucesor, Karol Wojtyla, más conocido como Juan Pablo II, después de haber permanecido por más de 26 años como máximo responsable de la Iglesia Católica. Lo lamento, igual que lamento la muerte de cualquier ser humano, porque cada persona es única e irrepetible, y con la muerte de cada cual se deja un hueco que es imposible de llenar. Lo anterior es aplicable, por supuesto, a Karol Wojtyla.

Quiero aprovechar para hacer una breve meditación, desde fuera de la Iglesia Católica y desde un conocimiento no demasiado profundo de la realidad católica. Se cree que Albino Luciani pretendía hacer una amplia reforma de la Iglesia Católica, tomando valientes pasos encaminados hacia una mayor flexibilidad en muchos temas (y tal vez fue eso lo que le costó la vida). Karol Wojtyla ha hecho justamente lo contrario, arraigando comportamientos tradicionales e inmovilistas. Queda ahora esperar a ver quien es su sucesor y la línea que toma.

3 comentarios:

  1. No sabía lo del anterior Papa...Más bien diría fortalecer más que arraigar ciertas concepciones; la Teología de la Liberación, por ejemplo, ha hecho mucho daño no sólo en el terreno católico. Un hombre de grandes convicciones y un incansable luchador por las libertades, uno de los artífices (junto con Ronald Reagan, como muy bien recuerda Rabbateur en su blog) de la derrota del comunismo. Un gran papado y un grandísimo Papa. Juan Pablo II, descanse en Paz.

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  2. Cuando murió Juan Pablo I se rumureó que tenía intenciones de hacer cambios profundos en cuanto a las conexiones entre la Iglesia Católica y determinados ambitos financieros. También quería cambiar la cúpula dirigente. Y era posible una apertura hacia determinados medios anticonceptivos.

    Su muerte fue sorpresiva (se le encotró muerto en su cama sin previa enfermedad), pero, a pesar de que a cualquiera encontrado muerto en tales circusntancias se le hubiera prácticado una autopsia en cualquier país civilizado del mundo, a Juan Pablo I se le evitó practicar una a toda costa.

    ¿Por qué? La respuesta puede ser demasiado brutal para mucha gente. Es posible que los cambios que se avecinaban eran demasiado fuertes para la Iglesia Católica, y decidieron quitárselo de en medio, para escoger a otro líder, Juan Pablo II, que habría estado fuera de todo el sucio ajo y que, por su trayectoría previa, se sabía que iría en la dirección contraria al ¿asesinado? Juan Pablo I.

    Todo ello fue demasiado fuerte para mi mente adolescente (por aquellos tiempos) y dada, como intento hasta ahora, a la línea recta.

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  3. Estoy tambien convencido de que Albino Luciani ha sido asesinado, gracias a laboriosas investigaciones realizadas por personas preocupadas en tal semejante y escandaloso acontecimiento (aunque la iglesia catòlica ya nos tiene acostumbrados). Si Dios se atrevería a visitar el Vaticano los altos prelados de ese estado lo matarían de inmediato.
    Karol Wojtyla no hizo nada por secundar los grandes cambios iniciados por Luciani, es mas hizo todo lo contrario, lo ùnico que siguiò es el hecho de hacerse llamar con el seudònimo de Juan Pablo.
    Oremos por el alma de esta personas ya fallecida, que de santo no tiene nada.
    Lo mas penoso es que en toda esta maquinaciòn mercantilista de la muerte de Wojtila, no se haya pronunciado ni una sola vez la palabra Jesùs ò Dios.

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