Terri, la mujer incapacitada a la que en un hospital de Florida, Estados Unidos, se le desconectaron los mecanismos que le suministraban alimentos y líquidos hace casi dos semanas, ha muerto. Hace unos días expresé mi opinión al respecto. Pero hoy quiero añadir algo más.
Ha muerto de una forma premeditada, porque se estudió hasta la saciedad, de forma fría y calculada, que, al no poder alimentarse ni tomar líquidos por sí misma, al desconectarle el mecanismo mencionado, moriría de deshidratación.
Ha muerto de una forma alevosa, porque le era imposible, por su estado, ofrecer la menor resistencia.
Ha muerto de una forma lenta, porque ha tardado casi dos semanas desde que empezó a ejecutarse el sistema que la mataría hasta que el hecho material se su muerte se ha producido.
Ha muerto de una forma terrible, porque ha muerto de deshidratación, es decir, de sed. Para más detalles ver lo que copié hace unos días.
Ha muerto de una forma legal, y esto es lo verdaderamente espantoso, porque, a petición de su teórico marido (que vive con otra mujer y tiene dos hijos con ella) el sistema judicial de los Estados Unidos, tanto estatal como federal, dictaminó su muerte.
Ha muerto siendo totalmente inocente de toda culpa y sin tener la capacidad de expresar su deseo de vivir o morir.
Lo siento, lo siento mucho.
Estoy seguro de que alguien, probablemente algunos, en algún momento, algún día, tendrán que rendir cuentas ante Alguien por la mencionada decisión.
Hola a todos:
ResponderEliminarEscribo este comentario, tras haber leido los que están en el anterior post sobre este tema.
Simplemente quiero puntualizar unas cosillas.
Terri Schiavo, Schindler de soltera, no estaba muerta y nadie puede decir que estaba muerta. NO estaba en muerte cerebral, y por tanto no estaba muerta. Simplemente necesitaba ayuda para alimentarse, pero ese no es un caso excepcional, pues muchos abuelos, que tienen por ejemplo Parkinson, necesitan de ayuda para alimentarse y si tienen demencia senil ni siquiera pueden salir a la calle.
Por lo tanto, hablemos claro, esa mujer estaba viva, en ningún caso estaba muerta.
En este punto entramos en el concepto de vida digna.Como Terri no se podía comunicar, ella no podía decidir si quería vivir o no, y desde mi punto de vista, nadie está legitimado para decidir que vida es digna, como en este caso ha hecho su marido.
Creo, sinceramente, que este caso ha sido un vil asesinato, el marido se la ha quitado de encima y punto, como si fuese un trasto viejo, y era un ser humano, que etsaba en coma, pero Happy butcher, su mente no estaba muerta, no había muerte cerebral. Pregunta a cualquier médico y te dirá que muerte cerebral es una cosa muy distinta.
Saludos a todos y seguid con esta labor inmensa de dar el punto de vista liberal de las cosas.
JR
No hay nada más liberal que defender el derecho de la vida del individuo.
ResponderEliminarNo acabo de comprender el caso porque desconozco que pruebas utilizaron para ganar los juicios. Espero que no se hayan basado en indicios en este caso tan grave.
De todas formas me preocupa que mi vida pueda estar en manos de un juez algún día. El testamento vital debería instaurarse cuanto antes.
Que descanse en paz.
Buenas. Pasaba por aquí.
ResponderEliminarMe ha parecido muy interesante el nivel en que se ha movido el debate. (Hablo en tiempo pasado porque enseguida devolverán la conexión a nuestros estudios centrales.)
Pero me ha dado la impresión de que ha habido mucho desconcierto y contradicción en los medios de comunicación. Porque los sagaces comentaristas no parecen haberse preguntado por qué tenía nadie que ocuparse de la Sra. Schiavo. Tenía un seguro, ¿no? Se le compensó económicamente, ¿verdad? Pues, ¿dónde está el problema? Si me paga, le pongo el tubito. Si no, le quito el tubito y se lo pongo a otro que sí me pague.
Siento escribirlo así de descarnado, pero al fin y al cabo el debate ha girado en torno a meros detalles sobre muerte cerebral, custodia legal, testamentos vitales, sólo ha faltado un poquito de charla acerca de retenciones del IRPF y pensiones de viudedad. Nimiedades.
¿Por qué es importante la Sra. Schiavo? ¿Tienen ustedes una respuesta a la pregunta? ¿Salir en la tele la hace más acreedora de nuestro apoyo? Si hubiera estado más catatónica, ¿nos debería importar más, menos o lo mismo? Y si en vez de blanca hubiese sido negra, ¿nos debería importar más, menos o lo mismo?
En definitiva, ¿en qué radica la dignidad de la Sra. Schiavo? ¿En su encefalograma? ¿Más plano=menos dignidad? ¿En su discapacidad? ¿En una familia y un marido que la quieren? No me hagan reír. Y si no tuviera ninguna de esas cosas, ¿cambia en algo la dignidad de la Sra. Schiavo?
Sólo el hecho de SER, de existir, en el sentido más puro de la palabra, si eso no garantiza el derecho a la vida, ya estamos bajando la pendiente resbaladiza.
Terri no ha muerto, la han MATADO. Su marido, el impresentable e hipócrita e hijo de p... del tal Michael, ya podrá seguir sin estorbos (su estorbo era Terri, claro) su relación con la mujer con la que lleva 10 años y dos hijos a cuestas. Se ve que le importaba mucho Terri. Lo justo para cobrar el millón de dolares por su muerte. Repugnante.
ResponderEliminarEn mi Blog he comentado eso. La verdad es que ALGO ha fallado en este caso; un ser humano no pertenece a nadie. Enfín... yo también creo que tendrá que responder ante alguien. Espero que ese Michael sea PERFECTAMENTE CONSCIENTE de la monstruosidad que ha cometido.
ResponderEliminarSaludos liberales.