Hace algo más de un mes escribí un texto en el que defendía que la abstención de relaciones sexuales antes del matrimonio y la fidelidad mutua dentro del mismo son la única arma eficaz contra el SIDA. Como ello lo defendía calificándolo como La familia, única arma eficaz contra el SIDA, título del artículo, el amigo Berlín Smith escribía un muy buen comentario, donde vino a decir resumidamente Simplemente creo que tu moral es conservadora y que tus creencias ponen en el acento en una forma de ver la vida determinada.
Puede ser que Berlín Smith tenga razón, pero personalmente creo que no. No digo que mi moral no sea conservadora (en algunos puntos puede que lo sea, en otros posiblemente no), pero pienso que en esto de la lucha contra el SIDA mi opinión no tiene nada que ver con mi moral, sino con los datos objetivos.
Me explico a continuación. Creo en la libertad. Y entiendo la libertad como hacer lo que se quiere en tanto en cuanto no se haga daño a otra persona; después, por supuesto, habrá que asumir las consecuencias de los actos libres, que son obligadas. Pues bien, eso incluye la libertad para tener relaciones sexuales sin imposición desde una edad en que se tiene conocimiento de la realidad sexual.
Ahora bien, no hay libertad sin conocimiento. Solo se puede tener libertad cuando se conocen las diferentes opciones, para así poder elegir. El dar a una persona el conocimiento parcial de una parte de la realidad, y después dejarle elegir, no le da libertad, sino que le obliga a decidir solamente por lo que conoce, porque evidentemente es imposible elegir entre lo que se sabe y lo que se desconoce; esa elección no es libre, sino dirigida, impuesta, aunque puede que sutilmente.
Con el asunto del preservativo como única forma de prevenir el SIDA y el fomento entre jóvenes (y casi niños, o sin el casi) a tener relaciones sexuales desde tempranas edades estamos en ese caso. Se les dirige a donde se les quiere llevar, porque no se les ofrece toda la información.
Y la realidad es que en este asunto del contagio del SIDA no se les dice dos cosas que deberían saber.
La primera, que sin duda el uso del preservativo reduce bastante las posibilidades de contagio del SIDA, pero no lo elimina. Existe siempre el riesgo de que un preservativo mal colocado deje de ejercer su correcta función. Y también existe siempre el riesgo de que un preservativo, por muy bien colocado que esté, se rompa. En cualquiera de las dos situaciones el riesgo de contagio del SIDA será altísimo. A lo que hay que añadir que en jóvenes hay una tendencia a centrarse en la relación sexual misma y desechar el uso del preservativo en base a no va a pasar nada.
La segunda cosa que los jóvenes deberían saber, y que no se les dice, es que efectivamente hay una forma segura de evitar el SIDA. Y esa única forma es abstenerse de tener relaciones sexuales hasta forma pareja estable con alguien que no tenga el SIDA, y desde ese punto tener una fidelidad mutua dentro de la pareja.
Comúnmente llamamos a esa unión de pareja con el nombre de matrimonio o familia, pero el nombre no cambia los hechos. Ausencia de relaciones sexuales antes del emparejamiento, y fidelidad total entre las dos personas de la pareja, son la única solución contra el SIDA, y, además, solución totalmente segura, carente de riesgos.
Lo anterior se le oculta a la juventud, y se les da como única receta el uso del preservativo, a la vez que se les anima a tener relaciones sexuales. Los resultados están a la vista de todos, como mencionaba yo en mi anterior texto sobre el tema: El Secretario General de la ONU Kofi Annan, dijo el jueves en Nueva York que el VIH y el sida continúan propagándose a un ritmo alarmante... Pero se sigue ofreciendo la misma solución que ha demostrado su fracaso, en palabras de la Ministra Salgado: promovamos el uso correcto del preservativo.
¿Es eso libertad sexual total? Lo dudo mucho. No se les da otra alternativa a la juventud, a nivel informativo, sino la de tened todas las relaciones sexuales que queráis con preservativo, cuando en realidad se les debería dar la otra opción de informarles en el sentido de no tengáis relaciones sexuales hasta que encontréis vuestra pareja y después sed fieles el uno al otro.
No abogo, lo repito una vez más, por prohibiciones, sino por la libertad. Libertad de información y libertad de decisión. Que se les diga a los jóvenes los riesgos que implica el uso del preservativo y la seguridad de implica la ausencia de relaciones sexuales y la posterior fidelidad sexual en la pareja. Y que, con la información en la mano, cada cual haga lo que libremente quiera, tener relaciones sexuales o esperar. Eso es para mí la libertad sexual total. Lo que estamos viviendo no creo que lo sea, sino un dirigismo sexual completo, de consecuencias nefastas.
eres un malvado neocón vaticanista
ResponderEliminar:-P
La libertad es información y buena digestión de esa información. Junto al conocimiento del propio cuerpo y funcionamiento de los impulsos, con eso tendremos comportamientos sexuales libres y no libertinajes, ni moralismos.
ResponderEliminarEs un punto de vista.
ResponderEliminarEstoy de acuerdo en que la gente a menudo no sabe quién es ni lo que quiere, por no hablar de la falta de información. En definitiva, no elige libremente.
Igualmente estoy de acuerdo en que a las actuales edades de iniciación sexual raramente se tiene la suficiente madurez para comprender el significado y alcance de una relación libre y sincera. Y más que una cuestión de edad, es una cuestión de educación.
También es cierto que el preservativo no ofrece un 100% de seguridad (cuestión que, por cierto, advierte el prospecto de todas las marcas).
No obstante entiendo que tu opinión es de una rigidez moral notable. ¿No encubrirá acaso otro tipo de valores, prejuicios o miedos, que en el fondo no tienen nada que ver con la libertad sexual que proclamas defender?
Se puede ser plenamente libre asumiendo ciertos riesgos. Sólo es cuestión de ponderarlos convenientemente y asumir las consecuencias que, en su caso, puedan traer.
Por otro lado, en mi opinión el Ministerio en este tema sigue la política correcta. Mucho mayor es el riesgo de palmar en un accidente de tráfico, y no se plantea ni como alternativa plausible la "abstención vial".
Si el Ministro del ramo hiciera lo que tú propones estaría exagerando acerca de la extrema posibilidad de contagio del SIDA, y también la extrema peligrosidad del mismo, una enfermedad que, hoy, en occidente, diagnosticada y tratada a tiempo se cronifica. En definitiva, esataría metiendo miedo a los ciudadanos.
¿Tienen realmente derecho los poderes públicos, con base en un riesgo francamente bajo (de consecuencias graves, pero mínimo, a fin de cuentas), a inducir a los administrados a privarse de la experiencia, conocimiento y, sobre todo, placer de las relaciones sexuales esporádicas?
Un saludo.
Estaría bien que se les argumentara esto los miles de contagiados por transfusiones de sangre y en operaciones quirúrgicas comunes; no sé, a ver quéles parece.
ResponderEliminar"a libertad es información y buena digestión de esa información."
¿Quien coarta mi esfera privada por carecer de información? Más bien sería yo el coactivo si reclamara derecho a ser informado (derecho a que alguien me provea por la fuerza de información).
Como este blog se corta cientos de veces al clikear posts, no puedo leer y menos responder comentarios muchas veces... por si alguien puede remediar ese fallo técnico
ResponderEliminarPor aquí el aludido:
ResponderEliminarJose, me reitero en mi comentario: ciertamente tu moral es conservadora. Tienes derecho a serlo, la cuestión es otra. En tu mensaje sólo percibo al sexo como pecado: hablas de la incitación, etc. y sus malas consecuencias. El sexo es y debe ser libre, es una decisión personal, independientemente de lo que los demás opinemos de cómo se debe ejercer. La cama es de quien se acuesta en ella y ahí es libre de hacer lo que le guste con la única limitación de que le guste al otro. ¿A qué edad? A la que el sujeto quiera, de nuevo con los límites que supone la no agresión y la imposición a quien no puede decidir por sí mismo. Deduzco que piensas que, por el hecho de convivir en un entorno homosexual, la gente necesariamente tiene que tener relaciones homosexuales. Pues sólo si quieren. ¿Que se ven incitados? Puede que sólo más informados de la realidad. Ser hijo de padre homosexual no hace que se sea homosexual, y la experiencia - mía- cotidiana, así me lo hace ver en ejemplos de amistades y conocidos. Termino diciéndote, con todo el cariño, que tu moral es conservadora o, si lo prefieres, tradicional, y que teniendo todo el derecho a ella, te puede llevar a pensar que es la única moral. Yo lo único que pido a quienes la eligen es que no me la impongan, algo que tú, buen liberal, seguro que no quieres hacer.
Enhorabuena por el artículo, y bienvenido a mi lista de favoritos. Efectivamente, lo difícil de la libertad es plantearla y ofrecerla, es mucho más fácil imponer el preservativo como único sistema viable, como hiciera la inquisición con otros temas.
ResponderEliminarA los que defienden el preservatico a ultranza, les animo a informarse sobre las empresas que los comercializan en masa, quienes son sus dueños, de quién son los millones de preservativos que compran los organismo multinacionales y el dinero que se mueve en torno a ellos. A lo mejor les haría repensar sus ideas. Estoy preparando un post sobre el tema en LobosLibres, pero es todo muy oscuro: empresas que participan de otras, capital riesgo, etc... es dificil sacar un sólo nombre. Pero lo lograré y publicaré los resultados.
Una vez más, gracias y ánimo!!
Por cierto, sobre lo de "el sexo como pecado" que dice alguno por ahí:
ResponderEliminar¡¡Bienvenido al siglo XXI!!
en estados unidos deberia haber mas libertad sexual y mas riqueza que en cualquier otro pais, pero no es asi....
ResponderEliminaryo pienso que el gobierno tiene que tener mayor poder en este sector y controlar a todos en un solo puño....