Hizo mal en someterse a la costumbre del dichoso velo o pañuelito islámico. Símbolo de la eterna sumisión de la mujer en ese mundo. A ese fascista lo único que le vendría bien es sentarse en la silla eléctrica, o delante de un peloton de fusilamiento. Asi de claro.
Creo que fue una gran entrevista, me sorprendió favorablemente. Cuando hacia el final Ana Pastor le cita las palabras de Simon Peres (nada menos) de que él va a ser el siguiente líder del mundo musulmán en caer, se mascaba la tensión. En cuanto al pañuelo, desde el principio se lo puso mostrando el cabello, es evidente que con deliberado descuido, para cubrir el expediente.(Por cierto, estaba guapísima, sobre todo cuando mostraba su incredulidad ante las burradas que soltaba ese anormal.)
A mi el tipo de periodismo beligerante y agresivo, casi maleducado, de Ana Pastor no me gusta nada. Independiente de sus filias y sus fobias (que son bien claras), creo que a menudo pretende ser ella la protagonista (lo mismo no lo pretende pero esa impresión da) desvirtuando de tal modo la entrevista que acaba convirtiéndola en una especie de combate dialéctico entre ella y el entrevistado.
Puede que a Ana Pastor se le note demasiado por donde van sus ideas a la hora de realizar entrevistas, pero una cosa si veo clara en su trabajo que echo de menos en el resto y es que si tiene una pregunta por muy incomoda que sea, nunca dejara de preguntarla hasta que le contesten y eso no lo hace todo el mundo.
Dejando a parte ideas politicas me parece una buena periodista y viendo las ultimas entrevistas los politicos de estan a la defensiva con ella y todas sus preguntas, se podria decir que las torean mas que antes.
Hizo mal en someterse a la costumbre del dichoso velo o pañuelito islámico. Símbolo de la eterna sumisión de la mujer en ese mundo. A ese fascista lo único que le vendría bien es sentarse en la silla eléctrica, o delante de un peloton de fusilamiento. Asi de claro.
ResponderEliminarEstá buenísima.
ResponderEliminarCreo que fue una gran entrevista, me sorprendió favorablemente. Cuando hacia el final Ana Pastor le cita las palabras de Simon Peres (nada menos) de que él va a ser el siguiente líder del mundo musulmán en caer, se mascaba la tensión. En cuanto al pañuelo, desde el principio se lo puso mostrando el cabello, es evidente que con deliberado descuido, para cubrir el expediente.(Por cierto, estaba guapísima, sobre todo cuando mostraba su incredulidad ante las burradas que soltaba ese anormal.)
ResponderEliminarA mi el tipo de periodismo beligerante y agresivo, casi maleducado, de Ana Pastor no me gusta nada.
ResponderEliminarIndependiente de sus filias y sus fobias (que son bien claras), creo que a menudo pretende ser ella la protagonista (lo mismo no lo pretende pero esa impresión da) desvirtuando de tal modo la entrevista que acaba convirtiéndola en una especie de combate dialéctico entre ella y el entrevistado.
Puede que a Ana Pastor se le note demasiado por donde van sus ideas a la hora de realizar entrevistas, pero una cosa si veo clara en su trabajo que echo de menos en el resto y es que si tiene una pregunta por muy incomoda que sea, nunca dejara de preguntarla hasta que le contesten y eso no lo hace todo el mundo.
ResponderEliminarDejando a parte ideas politicas me parece una buena periodista y viendo las ultimas entrevistas los politicos de estan a la defensiva con ella y todas sus preguntas, se podria decir que las torean mas que antes.
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