sábado, 20 de agosto de 2005

Me alegro de la imputación a Pedro J.

Están yendo a por Pedro J., eso está clarísimo. Es el único medio de periodismo de investigación que puede hacerle un daño real al Gobierno, con asuntos pasados (11-M), presentes (¿accidente o ataque al helicóptero español en Afganistán?) y futuros (nunca se sabe lo que aparecerá, pero con un Gobierno como éste casos habrá, seguro).

Y que están yendo a por Pedro J. (y a por El Mundo) lo demuestra que, a pesar de que un montón de medios han revelado asuntos de sumarios, al único que le han metido mano, imputándole por un delito de desobediencia, ha sido a él.

Pero, a pesar de que sea una injusticia, me alegro de que así sea. Y es que comparto plenamente las palabras de Fernando González Urbaneja, presidente de la Federación de Asociaciones de la Prensa, cuando aseguró:

El juez de primera instancia se ha metido en un tema que no le aportará nada, pero esta acción puede ser positiva si se permite que el Tribunal Supremo o el Constitucional, en su día, verifiquen dónde están los límites entre el secreto profesional y la instrucción judicial.

Así es. Como dije en mi anterior texto sobre el tema, en los tribunales que se vea la cosa, para que sepamos que prima en España, si el secreto de un sumario o la libertad de información.

Ya va siendo hora de que sepamos a qué atenernos, y que las reglas el juego estén claras. Pero no solamente para Pedro J. y El Mundo, sino para todos los medios informativos, los opuestos al poder y los serviles al poder. Lo que no puede ser es que haya dos varas de medir, dependiendo de la posición que se tome respecto al Gobierno.

Dice sobre el tema Libertad Digital en un editorial: Es imperativo en aras del derecho a la libertad de expresión que el sumario que acaba de abrirse contra Ramírez sea archivado de inmediato.

No lo sé. Aunque de ser así, una vez imputado del delito, al menos habría quedado claro que no había base, y en principio quedaría más elevada la libertad de expresión que el secreto del sumario. Pero tampoco estaría mal que la cosa siguiera los cauces judiciales normales, para que veamos si finalmente Pedro J. es declarado culpable o inocente. Y que en caso de la primera opción, el asunto llegara al Tribunal Supremo e incluso, si persistiera la condena, al Tribunal Constitucional.

Lo siento por Pedro J., porque aunque no soy un incondicional de él, creo que en periodismo de investigación es lo mejor de España, y supongo que lo está pasando mal y lo seguiría pasando mal si la cosa siguiera en los tribunales. Aunque supongo que esa publicidad elevada a la enésima potencia tampoco le haría mucho mal. Pero puede que en el ámbito personal y familiar la cosa le afecte. Y en ese sentido lo lamento.

Pero va siendo hora de que se haga algo para que en España se dejen de utilizar políticamente estos asuntos, y que todos los periodistas jueguen con las mismas cartas.

De todos modos creo que al final Pedro J. será el ganador, y alguna instancia judicial acabará decidiendo que la libertad de expresión y de información están por encima del secreto del sumario, el cual deben respetar solamente las partes que tienen acceso a él. Es lo que yo supongo que pasará. Veremos el final.

3 comentarios:

  1. "...al único que le han metido mano, imputándole por un delito de desobediencia, a sido a él."="...al único que le han metido mano, imputándole por un delito de desobediencia, ha sido a él."
    Otra cosa,
    Tambien podria decir algo el Tribunal de Estrasburgo llegado el caso.

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  2. Es que realmente es así; las partes son quienes han de mantener el Secreto de Sumario. Una vez les ha trascendido... equivale a hacerlo público. No puede decirse (en beneficio de la libertad de prensa) que un periodista ataque ningún secreto de sumario, porque su misión es publicar. Sería como multar a un piloto de Rallyes por conducción temeraria.
    Saludos liberales.

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