Hace unos días me hice eco de la traslación de los resultados de las elecciones municipales al Congreso de los Diputados publicada por Cinco Días y mencionada por Hooke en este blog. En aquel momento solo ofrecí el dato, pero no lo comenté por falta de tiempo. Hoy quiero hacer una breve reflexión.
Para empezar, aquí está el gráfico (pinchar para agrandar):
Como puede verse, el PP obtendría 135 diputados, lo que le convertiría con diferencia en el partido ganador con menos diputados desde la implantación de esta época democrática; pero seguido por un PSOE con una cifra tan baja como 116; y con una atomización de los demás diputados. En esas condiciones, y por más que he forzado la imaginación, no me sale ninguna suma que posibilite un Gobierno con PP y PSOE por separado. Bueno, sí, hay una, del PSOE con todos los partidos de izquierda y nacionalistas (unos ocho o nueve partidos en total), pero me parece algo completamente fuera de todo sentido común que tal vez podría llegar a duras penas al año que marca la Constitución como plazo mínimo para convocar nuevas elecciones.
En esas condiciones la única salida posible sería la de la famosa gran coalición de gobierno entre PP y PSOE. O eso, o nuevas elecciones.
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