El artículo de El País titulado "Sin nosotros los inmigrantes, Estados Unidos se paraliza" es de lo más estúpido. A propósito mezcla los miembros de la comunidad hispana (de la que, por supuesto, formo parte) con los inmigrantes sin permiso para estar en Estados Unidos (de los que no he sido parte nunca). No son la misma cosa.
Evidentemente Donald Trump es antihispano. Pero nada puede hacer contra dicha comunidad en un país en el que las leyes contra la discriminación son las más avanzados en el mundo. Contra los que si va a actuar, y a destajo, es contra los inmigrantes ilegales. Y, guste o no, está en todo su derecho.
Dicho sea de paso, eso de el Día Sin Inmigrantes es una solemne majadería. Ninguno de los ciudadanos extranjeros que vivimos en Estados Unidos, con papeles o sin ellos, estamos aquí a la fuerza. Cualquiera de nosotros podemos coger un avión (o un autobús, o a pie, en el caso de muchos méxicanos) y marcharnos. Y Estados Unidos no se va a ver afectado en lo más mínimo. Si estamos aquí es porque queremos y porue cosideramos que es beneficioso para nosotros.
Y hablar de que si los hispanos nos fueramos de Estados Unidos este país se paralizaría es una estupidez del tamaño de un estadio de fútbol. Por muchas razones, pero sobre todo porque ante cualquier otra consideración somos individuos, algo que muchos parecen olvidar a propósito.
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Después de siete días de la publicación de un artículo todos los comentarios necesitan aprobación.