Uno lo lee y no lo cree. La Unión Europea le ha entregado a España un total de 28.000 millones de euros para que los gaste en este año. En medio de una crisis que poco a poco ya enseña las orejas. Sería para poner ese dinero a funcionar lo antes posible para mitigar la mentada crisis económica de forma preventiva; digo yo, que no soy precisamente un experto en economía. Pues resulta que cuando llevamos ocho meses del año, apenas se ha gastado el 20% de estos recursos comprometidos. Y eso no es lo peor. Resulta que en 2021 apenas se consignaron pagos por el 45% del total comprometido en los PGE de 2021. En resumen, la realidad es que es totalmente lamentable que un dinero tan necesario para el desarrollo no está llegando a las empresas, a las pymes y, en definitiva, al tejido productivo.
Imaginen ustedes que una cantidad infinitamente menor que esa, digamos tan solo un 10%, se la dieran a una determinada empresa para que la invirtiera en crecimiento. Automáticamente los ejecutivos se pondrían manos a la obra para abrir nuevas tiendas, o fábricas, o lo que fuera. Invertirían todo en un abrir y cerrar de ojos. Pero el Estado no. Pura dejadez. Lo dicho, en general el Estado no sabe administrar el dinero ni cuando le sobra. Y muy en particular cuando ese Estado lo dirige un Gobierno socialcomunista presidido por un inepto que lo único que sabe hacer es mentir y luchar por seguir ocupando el sillón a cualquier coste.
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