No iba a volver a escribir sobre las encuestas de la elección presidencial en Estados Unidos, pero están cambiando a un ritmo que, de seguir de esta forma, podría darse un vuelco electoral.
Hace cuatro días los números estaban así:
Voto electoral: Hillary Clinton, 323; Donald Trump, 215.
Voto popular: Hillary Clinton, 50.2%; Donald Trump, 44.8%.
Pues bien, ahora mismo estos son los resultados:
Voto electoral: Hillary Clinton, 284; Donald Trump, 254.
Voto popular: Hillary Clinton, 48.6%; Donald Trump, 46.4%.
Es decir, que en media semana Hillary se ha dejado la friolera de 39 votos electorales (lo que realmente importa) y un 1.6% de voto popular (que no es tan importante, pero marca la tendencia).
Esa diferencia en el voto electoral (30 a favor de Hillary) son simplemente dos o tres estados que se movieran de Hillary a Trump. En un informativo de televisión estaban especulando con que con dos estados que cambiaran la preferencia (no recuerdo cuales) se podría llegar a un empate a 269 votos electorales, con lo que la decisión sobre el nuevo Presidente la tendría que tomar el Congreso. Es mucho especular, evidentemente, pero es una posibilidad.
Lo que está claro es que las nuevas revelaciones del director del FBI sobre el asunto de los emails le han hecho mucho daño a Hillary Clinton, que de tener la elección prácticamente asegurada por números casi insultantes ha pasado a liderar la contienda por poco margen, lo que podría complicarle la vida si surge cualquier sorpresa.
Nada aburrida esta elección, desde luego. Veremos que sigue sucediendo.
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