El relato produce, literalmente, asco. Una pobre chica, borracha o drogada (probablemente las dos cosas, y la segunda en contra de su voluntad) de la que se aprovechan sexualmente unos individuos sin que ella tenga capacidad mental para negarse. Al final estos sujetos son condenados, ojo al dato, con la ley en la mano, como señala la abogada de la muchacha, a cuatro años de prisión (cuando debería ser condenados, en justicia, a por lo menos quince, y efectivos), que al final, con benefecios y tal, se quedarán en menos.
Pues bien (es un decir) con estas barbaridades parece que están de acuerdo ciertos "liberales" y "liberal-conservadores". Yo por mi parte creo que hay que modificar la ley para que elementos como estos se pasen bastantes más años en prisión. Porque yo creo en la libertad individual por encima de todo. Y actuar en contra de la libertad individual sexual, o en función de una libertad individual viciada, debe ser castigado mucho más de lo que lo es ahora. Por más que ello disguste a ciertos "liberales" y "liberar-conservadores".
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