Lo de Carmen Calvo no es el parlamentarismo; no me fue posible escucharla más de cinco minutos seguidos. A Cayetana Alvarez de Toledo se le dan mejor los debates electorales que los parlamentarios; demasiado elitista para mi gusto. Inés Arrimadas muy buena, como siempre; sin sacar la artillería pesada (aquella que utilizaba a granel contra Quim Torra), la verdad es que estuvo a un nivel realmente alto. Noelia Vera, sin estar mal, si hablara un poco más lento y estuviera menos nerviosa y menos melodramática, ganaría en calidad (no es Irene Montero, sin duda). Y finalmente Santiago Abascal, bien en su papel; verdades como puños dichas en un buen tono parlamentario (aunque no hubiera estado mal que dejara lugar a otro en este debate de números dos, que va quedando claro que le encanta eso de chupar balón parlamentario).
Fue lo que vi. En resumidas cuentas, me pareció más un debate de cara a unas próximas elecciones que otra cosa.
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