Muy interesante comentario de Albert Esplugas a mi anterior texto sobre el tema. Dice Esplugas:
José, en primer lugar ya he apuntado que mi propósito al citar el artículo era simplemente aclarar algunos malentendidos de base.
Perfecto. El mío es de, mientras no se demuestre lo contrario, exponer terribles carencias de la teoría anarcocapitalista.
En cualquier caso siempre me ha parecido curiosa la tendencia de algunos a lanzar preguntas como si los que opinamos diferente tuviéramos de algún modo la obligación de responderlas.
Bueno, no es mi caso. Nadie tiene obligación de nada en un blog. Yo tengo derecho a lanzar las preguntas y tú o cualquiera tiene derecho de contestar o no. Cosas de la libertad.
No está de más que cada uno haga los deberes en vez de esperar que los otros hagan por ellos el trabajo de profundizar en el tema (yo en particular tampoco tengo tiempo de desarrollar los argumentos pertinentes, por eso estoy siendo breve).
Yo considero que tengo mis deberes hechos, y creo que lo he demostrado, y lo seguiré demostrando. La cuestión del tiempo es cosa particular de cada uno. De todos modos, la preguntas en cuestión no creo que sean muy complicadas. Pero repito, cada cual es muy libre de contestar o no; faltaría más.
No comprendo por qué mi silencio (o el de los demás) debe interpretarse como un “no existen esas respuestas” y no como una invitación a buscarlas por tu cuenta (si en efecto te interesa saber si existen).
Cada cual es muy libre de hacer las interpretaciones que considere pertinentes. La mía es que, en efecto, no existen tales respuestas, al menos mientras no se demuestre lo contrario.
Por mi parte me he limitado a proporcionarte algunas referencias. Me extraña que ninguna te sugiera las respuestas, pues las preguntas 1, 4, 5, 6 y 7 aluden a personas con pocos recursos económicos, y casi todos los enlaces que te he dado tocan este tema. Los puntos 4, 5 y 6 se refieren a las mafias / agencias agresoras, y de ellas hablan profusamente los enlaces de Rothbard, Friedman y Long (véase Long sobre todo).
Todo eso no son más que generalidades. Nada concreto a mis preguntas concretas (y, repito, bastante simples).
Permíteme también dejar en el aire un par de preguntas. Primero: todos tus puntos hacen mención a injusticias que suceden hoy, en presencia del Estado, ¿por qué las utilizas cómo argumento contra el anarquismo si tienen lugar en un contexto estatista?¿Acaso no revelan precisamente el fracaso del Estado “protector” e insinúan que en la actualidad el Estado no garantiza la seguridad a todos los ciudadanos?
Siempre los defensores del anarcocapitalismo han de volver una y otra vez a "el Estado no funciona", como si eso fuera garantía de que en su sistema la cosa iría mejor. Lo que olvidan en que no hay una forma de Estado, sino muchas. Y en los países desarrollados esas preguntas tienen una respuesta: La policía y los jueces. Por poner un ejemplo, ninguna de esas cuestiones son problemas relevantes en Estados Unidos, salvo determinadas excepciones; ¿por qué? porque hay una Ley, una policía y unos jueces que protegen a los más débiles. En cambio, en la jungla ancap sería no la excepción, sino lo cotidiano (ya ocurre en los países sin Ley y sin policía, que es lo que lo que buscan los defensores de esta teoría).
Segundo: alguien puede argüir que los niños estarán indefensos ante los padres maltratadores porque son estos segundos quienes contratan las agencias, y si no denuncian ellos los abusos nadie acudirá. ¿Pero acaso no sucede lo mismo con el Estado?¿Si no lo denuncia un tercero, que no sea el propio maltratador, cómo diantre se entera la policía pública de que el niño está siendo maltratado?¿Y por qué no pueden los familiares del niño o terceros –sus maestros, clientes caritativos- pagar a las agencias para dar cobertura a los pequeños maltratados? De hecho, si a la gente le importa la seguridad de los pequeños no veo por qué ésta no puede ser integrada como una actividad de responsabilidad social corporativa por las empresas (o como un servicio extra más, demandado por unos consumidores sensibles ante este tema).
Ante una denuncia, la policía se mueve y aplica la Ley. ¿En ancaplandia qué policía se va a mover y qué Ley va a aplicar? ¿La que paguen los bienintencionados para proteger a otros? Perdona, pero eso no sucede en ningún país del mundo donde prácticamente no existe ni Ley ni policía. Allí cada cual defiende lo suyo (por sus propios medios o con agencias de seguridad privadas) y no le importan lo más mínimo los problemas de los demás. Lo máximo que hay son refugios para mujeres maltratadas y para niños desatendidos. ¿Pero persecución de los maltratadores? Dime en qué país de, por ejemplo, América Latina, ello ocurre; países donde el Estado es meramente testimonial, y cada cual debe defenderse como puede. Y lo anterior lleva a constantes abusos de los hombres sobre las mujeres, y de padres alcohólicos sobre sus hijos (e hijas). ¿Dónde están mientras tanto las agencias de seguridad privadas? Defendiendo los ricos establecimientos comerciales.
Por último, francamente no me parece serio que a estas alturas te pongas a hablar de “escribir tus conclusiones”.
Es tu derecho. A mí sí me lo parece, y en breve lo haré.
Las conclusiones se escriben después de un proceso de aprendizaje, habiendo ahondado en el tema en cuestión lo suficiente como para pensar con fundamento que se ha llegado a algún juicio más o menos definitivo sobre algo. ¿Te parece éste el caso?
Sí, me lo parece.
Si es así, tu proceso de aprendizaje es bastante más rápido y corto que el mío.
No es mi intención hacer comparaciones personales.
Soy consciente de que es incómodo tener preguntas sin respuestas, razón por la cual a veces es bueno (quizás para que la mente repose) esbozar unas conclusiones provisionales, pero otras veces la ignorancia es tanta que en mi caso me parece presuntuoso e intelectualmente deshonesto formular siquiera unas conclusiones provisionales, y dejo la cuestión abierta, a la espera de responderla cuando haya ampliado mis conocimientos.
Cada cual es cada cual. En mi caso intento sacar conclusiones sobre sistemas políticos que considero particularmente perversos, como es el caso del anarcocapitalismo.
Un saludo
Otro saludo para ti.
pero mira que sois pesaos los anti-ancap! más pesaos que el frustrao del troll que se hace pasar por dogson....
ResponderEliminarQue pretendes? batir argumentalmente a Albert? ya os demostró rayo hace un tiempo que no te da ni para jugar en segunda b. Porqué insites en querer aparentar que juegas en primera con gente como Albert?
porqué insistes en generar un post anti-ancap al día si ya has perdido la batalla de los argumentos? ya te contestaron en su momento... largo y tendido!
si no aportas argumentos nuevos, alguien te va a tener que hacer un copypaste en cada entradita de estas de las respuestas de rayo en su momento...
PD: no se si era contigo o con el otro obsesionado anti-ancap de la red.
Pesado o no, es mi libertad expresarme cuanto y cuando quiera sobre lo que quiera en mi blog.
ResponderEliminarNo tengo más interés en debatir con Esplugas que el que él lo tenga en debatir conmigo. Fue él quien escribió una opinión sobre un texto mío en la sección de las comentarios de dicho texto.
¿Falta de argumentos anti-ancap? Serán los tuyos a favor de la teoría, que no aportas ni uno.
Un saludo.
"ya os demostró rayo hace un tiempo que no te da ni para jugar en segunda b."
ResponderEliminar¿Te refieres a cuando Iracundo le hizo morder el polvo una y otra vez en una serie antológica de posts?
Tiene narices que recurras a Rallo como argumento de autoridad. Eso sí que es muy fuerte: Lo dice Rallo, así que tú te callas. Un razonamiento muy sólido...
...casi tanto como el derecho consuetudinario somalí, otro icono ancap. Al igual que la legalización de la pederastia (previo pago, claro está).
Menudos hijos intelectuales le han salido al sacerdote Juan de Mariana. No sé por qué me parece que sería el primero al que le repugnaría la ética de una sociedad ancap.
a mí me parece un poco prepotente tu respuesta a sus comentarios. También me parece que tiene razón cuando dice lo del conocimiento. Hay que ser más prudente a la hora de calificar algo tan complejo. Yo intento tener un poco de humildad y estudio a la hora de emitir un juicio de esas características.
ResponderEliminarComo ya he dicho, la postura que en este tema me parece particularmente deshonesta es la de quiénes recomiendan lecturas como si fuesen los profes de alguien.
ResponderEliminarEn segundo lugar he de denunciar algo que, con Revel, considero intolerable. Y esto es que la perpetua referencia a textos propios (y sectarios) no puede considerarse una refutación y que exigir su lectura completa al "rival" es algo demencial. Buena parte de la labor de los ancaps, como neoescolásticos, es la producción de montañas y montañas de textos que en realidad no dicen nada pero en los que se pretenden analizar absolutamente todos los asuntos mediante una falsa escrupulosidad analítica: no hay tal. Un ejemplo de ello es el tostón que nos sirvió el bueno de Rallo (que parece aspirar a enciclopedista por su fútil sistemática) acerca de la moda o la inmigración: todo un bla bla bla sobre una o dos premisas inasumibles. Por no hablar de sus soliloquios-fisking acerca de la defensa nacional en los que a todas luces era más importante la extensión del texto que su contenido. Estos "todólogos" deshonestos pretenden generar más papel que la jurisprudencia de la justicia norteamericana y lo alucinante del caso es que cuando se les critica sus errores de raíz se niegan a atenderte hasta que leas toda su pretenciosa, y a la postre prescindible, literatura que auna muchas veces a la indiferencia del contenido la inelegancia de su exposición tediosa y, como dije, vacíamente sistemática.
Esta carrera de los textos, esta carrera en la acumulación de jerigonzas y verborreas transcritas, es demencial en tanto supusiesemos que el leer al rival por completo fuese una suerte de obligación ética. Si fuese así, como se desprende de este consejero áulico llamado Albert Esplugas, deberíamos todos limitarnos a intentar ganar al rival en la carrera de los textos o bien a no criticar a nadie en absoluto en tanto debemos estar afanados en la pura y simple lectura del último panfleto ancap, troskista o mormón. Lo cierto es que no hace falta leer toda la bibliografía recomendada por los ancaps para saber que todo lo que dicen es un cuento chino y un bonito castillo aéreo. Lo cierto es que es innecesario atesorar en la memoria todas y cada una de las anotaciones y pdfs del escolástico de turno para saber que nos está intentando vender una burra ciega. Lo cierto, en definitiva, es que no hace falta ser un ancap para criticar a los ancaps. ¿O no?
Salud y libre comercio
no va de profesor, simplemente le llama la atención que se hagan juicios y se den conclusiones con conocimiento s de pasada. Es lo que suele hacer la mayoría de bloggers.
ResponderEliminar¿Dónde están las terribles carencias de los ancaps? ¿En serio crees haberlas mostrado? En fin, cuanta soberbia. Si tú estás contento y ya tienes todas tus conclusiones, genial. Pero permite que muchos sigamos dudando de la poco discutible (para alguien que ame mínimamente la libertad) moralidad del Estado, y que veamos la obviedad de la ineficiencia del "evil", aún cuando la utilidad de otras alternativas nos parezca discutible.
ResponderEliminarPero vamos, quedan las cosas más claras en tus contestaciones. Resulta que ya no es cosa de estado sí o no, sino del desarrollo de los países. Así, resulta que ¡¡en EE.UU. todo funciona de puta madre!! Dan ganas de dejar de leer en ese punto, pero sigamos. Y es que en América Latina ¡¡apenas hay presencia estatal!! Y aún dando por cierta tamaña tomadura de pelo, ¿qué tendría que ver eso con el AC? ¿O acaso América Latina es además el capitalismo hecho carne? En fin...
Por no mencionar que tus alusiones a la ficticia ancapilandia están basados en mero voluntarismo, mientras que la defensa de la otra parte está basada en argumentos, sí, económicos, esto es, humanos.
Y el hecho de que el Estado no funcione es garantía de eso mismo, de que no funciona; y consecuentemente, se hace muy difícil que se tome uno en serio las pataletas de los estatistas que defienden lo que reconocen que no funciona. Esto es un argumento y lo demás bromas.
Para discutir en serio, lo primero es asimilar lo que defiende el contrario, sin manipularlo a poder ser. Y la discusión es sobre quién provee, no sobre la necesaria existencia de leyes que nadie niega.
Iracuando, el problema de la recomendación de las lecturas es no aprovecharlas. Allá cada cual, oiga. Pero no pretendamos que para argumentar haya que repetir lo que otros han dicho más y mejor. Quien pretenda saberlo todo y escribir conclusiones, al menos que se lea a los teóricos de la postura contraria si no quiere ser, precisamente, deshonesto.
ResponderEliminarY si la respuesta a unas preguntas está en unos textos, lo demencial es alegar vagancia para leer pdfs.
Pero sobre todo, no puede ser deshonesto quien dedica su tiempo a reflexionar y compartirlo con los demás, e incluso debate con quien manipula u obvia argumentos con una frivolidad inusitada. Porque si algo está vacío, hay que poder mostrarlo, a ser posible poniendo un ejemplo de cómo lo propio está lleno. Aunque quizás el problema sea precisamente ése, simple pereza intelectual.
Y lo cierto, en definitiva, es que no hace falta ser un ancap para reconocer su superioridad ética. ¿O no?
Roberto Suárez, para mí hay un tremendamente serio problema en la teoría ancap cuando uno hace siete preguntas bastante sencillas, y en lugar de contestarlas directamente lo que se hace es divagar. Desde siempre me ha molestado la ambigüedad, y lo he dejado claro en muchos temas en este blog. Y eso es lo que veo en los ancap, ambigüedad calculada a la hora de responder a las preguntas que yo hice. Que, por cierto, ahí siguen, sin que ningún ancap las haya contestado. No estaría mal que alguien intentara hacerlo, punto por punto. Pero mucho me temo, por el tiempo transcurrido, que no lo harán. Porque en realidad no tienen respuestas. Solo descalificaciones.
ResponderEliminarSi las quieres leer como si no, en ese post hay respuestas a las preguntas propuestas. Las que yo resumí están hasta enumeradas...
ResponderEliminar¿Dónde, Darwin? Porque no las veo por ninguna parte.
ResponderEliminarEn el presunto caso de que los que aquí cargamos contra el anarcocapitalismo fuésemos una suerte de incultos y zafios inmorales (mala suerte, pero no es el caso...) ello no cambiaría la validez de las críticas que vertiésemos contra el anarcocapitalismo. Lo que yo denuncio, precisamente, es eso que usted, señor Suárez, establece como imperativo moral: "para demostrar que algo está vacío hay que demostrar que lo propio está lleno". Eso blinda a los ancaps, a los marxistas y a todos cuántos se dediquen a escribir millones de páginas sobre sus premisas ERRÓNEAS. El error de las premisas ancaps y su relativismo ético nauseabundo ha sido más que demostrado tanto en mi blog como en el de algunos colegas, pero la torre de marfil ahí sigue... Pretender que no se han dado respuestas y argumentos, a estas alturas, sí que es verdaderamente deshonesto: pero como esa pretensión es la estrategia ancap, la estrategia del "no te concedo inteligencia" y "lee más chaval": descalificaciones, y como es FALSA, mentira, pues tienen que llevarla hasta el final. Que la realidad no estropee una "bonita" teoría.
ResponderEliminarLos liberales no callaremos ni por becas, ni por ecumenismo ni por insulto alguno; NO, no renunciaremos a criticar la anarquía y, desde luego, nos creemos facultados a hacerlo sin tener que realizar soliloquios de 200 páginas. Además, qué coño, tenemos que emplear el tiempo en mejores empresas que fingir ser enciclopedistas.
Salud y libre comercio
Ahí José, ahí...
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