Ya pasaron hace mucho los tiempos de mi infancia, en los que pensaba que por el mero hecho de cambiar de año los problemas de la humanidad se resolverían. También dejé muy atrás mi primera juventud, cuando pensaba que ese cambio de año daba al menos la posibilidad de dicha resolución de los problemas del mundo, en función de un colectivo cambio de actitudes.
Hoy la realidad, que tiene cara de perro, es evidente para mí. Nada cambiará. Bueno, sí. Es posible que algunos conflictos se solucionen; pero a cambio aparecerán otros probablemente mucho peores. Es la naturaleza humana, desgraciadamente.
Pero, de todos modos, desde este pequeño rincón de la blogocosa, quiero aprovechar esta ocasión para desear a todos mis lectores una feliz nochevieja, y un año nuevo 2007 en el que se cumplan todos sus buenos deseos para sus vidas.
Nos seguimos leyendo por aquí el próximo año, aunque, eso sí, probablemente habrá algunos cambios.
¡Feliz año igualmente José! Pero sobre todo felicidades por tu valentía.
ResponderEliminarSalud y libre comercio
Mis mejores deseos para ti, Isidoro, y para todos tus seres queridos.
ResponderEliminarY gracias por tu ánimo y tu apoyo.