La respuesta está en el pervertido sistema de elección del Tribunal Constitucional.
En estos días muchos se preguntan cual es la razón de que el Partido Popular haya tenido una reacción tan sumamente tibia, salvo algunas muy respetables excepciones, ante la sentencia del Tribunal Constitucional que permite a los claramente etarras de Bildu presentarse a las elecciones municipales del 22 de marzo.
La respuesta está en el pervertido sistema de elección del Tribunal Constitucional. Si regresamos a mi texto de ayer, Quién es quién en el Tribunal Constitucional, nos encontramos con que de los doce miembros del citado tribunal, en la actualidad hay siete que han sido propuestos por los socialistas (incluyendo al de CiU), cuatro por los populares y la vacante por el fallecimiento de García Calvo (que lo fue a propuesta del PP).
El pasado año debieron renovarse cuatro miembros, los correspondientes al Congreso (entre los que estaba la vacante de García Calvo). En buena lógica debieron elegirse dos "progresistas" y dos "conservadores", lo que hubiera colocado las fuerzas totales del TC en un siete a cinco a favor de los socialistas. Pero, ¡oh sorpresa!, PSOE y PP pactaron dejar dicha renovación para después de las elecciones generales. ¿Y por qué? Pues porque por un lado al PSOE le conviene seguir teniendo la cómoda mayoría que ahora tiene (recordemos, siete a cuatro), mientras que el PP, con las encuestas totalmente a favor de cara a los comicios generales, aspira incluso a sacar una diferencia de diputados respecto al PSOE que le pudiera permitirse nombrar a tres de los cuatro renovados, y el PSOE tan solo a uno. En esas circunstancias la balanza quedaría seis a seis (aunque, si se ven a obligados a una proposición igual, dos por bando, quedaría en el ya mencionado siete a cinco a favor de los socialistas).
Pero hay un dato importantísimo, y que explica la tibia posición actual del PP respecto al TC. En junio del 2013 corresponde la renovación del tercio del TC nombrado por el Consejo General del Poder Judicial y el Gobierno. De esos cuatro miembros dos deben ser nombrados por el CGPJ y dos por el Gobierno. Hasta ahora el CGPJ ha seguido la norma de nombrar un "progresista" y un "conservador", y probablemente en el 2013 haga lo mismo. Si el PP, como espera, está en el Gobierno por esas fechas podrá nombrar sin problemas a dos miembros que sean completamente favorables a sus tesis.
Ahora hagamos números. En esas circunstancias saldrían dos "progresistas" (los nombrados por el Gobierno de Zapatero en junio del 2004) y entrarían dos "conservadores". Si en ese momento la proporción fuera de siete a cinco a favor de los socialistas, las cifras se invertirían y pasarían a estar siete a cinco a favor de los populares. Pero es que si para entonces hubiera un empate a seis entre los propuestas por el PSOE y los propuestos por el PP, el desbalance sería de ocho a cuatro a favor del PP.
Y las anteriores cifras a favor del PP (ya sea siete a cinco u ocho a cuatro) se mantendrían por la friolera de nueve años (hasta el 2022, en el que tocaría nueva renovación de los propuestos por el Gobierno), suponiendo que en las renovaciones intermedias los propuestos por ambos partidos fueran de igual número (dos y dos en el Senado cuanto toque y otros dos y dos en el Congreso cuanto toque).
O sea, que el PP en junio del 2013 podría tener asegurado el control del TC por lo dicho, nueve años. Esa es la clave del casi silencio oficial del PP sobre la decisión del TC sobre Bildu. Al PP no le conviene atacar la dependencia política del TC ahora porque aspira en el corto plazo (dos años) a tener esa dependencia política a su favor ¡durante nueve años!
Por lo tanto, repito, la respuesta está en el pervertido sistema de elección del Tribunal Constitucional, que lo hace dependiente completamente de los partidos políticos. Y es que el Tribunal Constitucional no es un tribunal jurídico, sino un tribunal político, como se puede comprobar simplemente por el sistema de elección.
Nota técnica: Este texto lo publiqué el día 12, pero con la caída de Blogger fue borrado, y cuando Blogger se recuperó apareció como borrador (ayer publiqué otro al que le pasó lo mismo). Pido disculpas por posibles comentarios borrados.
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