Dentro de pocos días vamos a celebrar el 63º aniversario del establecimiento del Estado de Israel. Para muchas personas, la creación de un estado para el pueblo judío, después de haber estado tanto tiempo en la Diáspora, es un milagro. Para muchas otras, que este mismo estado haya logrado sobrevivir a tantas amenazas para su seguridad, es un milagro aún mayor.
No cabe duda de que, si echamos la vista atrás, la celebración de un aniversario más de la independencia de Israel, es un verdadero logro y un testimonio de nuestra tenacidad y fuerza de voluntad a la hora de mantener ese milagro alcanzado por las generaciones que nos precedieron.
Sin embargo, para mí hay además otros milagros que han ido sucediendo en Israel a lo largo de las últimas seis décadas, unos milagros que van más allá de la mera comparación de nuestro presente con nuestro pasado más inmediato o no tanto, y que nos aportan una visión realmente optimista acerca de nuestro futuro.
Al leer las informaciones que contiene este “Puente”, así como las contenidas en los números anteriores de este newsletter, podréis ver algunos ejemplos de esos milagros que suceden en el Estado de Israel: milagros tecnológicos, científicos, educativos, agrícolas, e incluso culturales y deportivos. Y de todos ellos, son quizá los logros deportivos de los israelíes, los que aparecen ante nuestros ojos de una forma más inequívoca como fruto de una fuerza realmente superior.
Con todo, yo creo que el mayor de todos estos milagros es la sociedad israelí en sí misma. En primer lugar, por el hecho de que un estado tan pequeño y tan pobre, un estado que en sus inicios recibió a tantos refugiados judíos supervivientes del Holocausto y refugiados judíos originarios de países árabes, haya sido capaz de construir una sociedad tan activa, equilibrada, plural y creativa.
En segundo lugar, por la sinergia y la armonía sobre las que se asienta y funciona la sociedad. Es un hecho bien conocido que el Estado de Israel es un estado de inmigración, pero lo que no se considera suficientemente es la influencia de esta inmigración en el hecho social. Hoy viven en Israel inmigrantes originarios de más de 100 países y cada uno de ellos ha llegado con su propio bagaje cultural, con sus tradiciones, su idioma, su gastronomía y sus valores, condimentos que, en su proceso de integración, han ido agregando a la cazuela que denominamos “sociedad israelí”.
Esta descripción, sin embargo, resultaría demasiado utópica si no hiciera referencia al hecho de que esta sinergia no se ha desarrollado sin ningún conflicto o tensión, alguna de las cuales hoy está todavía presente en mayor o menos medida. A pesar de lo cual, y si consideramos el proceso en su totalidad, con todas sus transformaciones a lo largo de las últimas décadas, podemos sentirnos con razón muy felices y satisfechos. Ejemplo de todo ello es el nivel de interacción conseguido entre los distintos grupos de inmigrantes y, especialmente, a nivel familiar, lo cual nos ha llevado a que ya la mayoría de los niños y las niñas nacidos hoy en Israel sean fruto de “familias mixtas”, si las podemos denominar así.
Pero estos “puentes”, construidos por la sociedad israelí, no se limitan al ámbito familiar, pueden observarse en todos los ámbitos, el laboral, educativo, etc., puentes que han contribuido a reducir las diferencias entre aquellos inmigrantes que siguen llegando desde los países occidentales y aquellos que proceden de países del tercer mundo, de países no desarrollados e incluso de países árabes, inmigrantes todos ellos que se convierten en parte integral de la sociedad israelí.
Una perfecta muestra de todo ello son los propios representantes de Israel en España, los diplomáticos de esta Embajada. Todos nosotros somos la primera, la segunda o la tercera generación de inmigrantes procedentes de Alemania, Argentina, Ucrania, Lituania, Líbano y Marruecos, sin ninguna diferencia entre nosotros por nuestros orígenes, todos somos israelíes y celebraremos juntos el 63º aniversario de nuestra independencia.
Lior Haiat
Portavoz de la Embajada de Israel en España
Nota: Hoy se celebra ese 63º aniversario del establecimiento del Estado de Israel, el cual fue proclamado el día 14 de mayo de 1948. Como un pequeño homenaje he esperado hasta este día para publicar el hermoso texto que me llegó por email dentro de "El Puente", que es el boletín de la Embajada de Israel en España.
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