He escrito en dos ocasiones sobre el bárbaro trato que se le estaba dando a Bradley Manning,
el soldado estadounidense que todo apunta a que fue quien le pasó las informaciones secretas de dicho país a Wikileaks (Estados Unidos: Aislado y desnudo por las revelaciones a WikiLeaks y Bradley Manning: Esto es una auténtica barbaridad jurídica y militar).
Bueno, parece que las protestas (no en este rincón, por supuesto, sino las que corrieron como reguero de pólvora por la blogosfera estadounidense y organizaciones de derechos humanos) han dado resultado, y el soldado ha sido trasladado a otra prisión (la Joint Regional Correctional Facility, en Kansas) con un régimen carcelario realmente justo (en algunas cosas incluso generoso).
Al parecer va a estar ahí hasta que sea juzgado y probablemente condenado, en cuyo caso pasará a otra prisión para cumplir una posible condena de cadena perpetua.
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